El preso político excarcelado de la dictadura orteguista Hansell Quintero, tras su salida de “El Chipote”, manifestó que “no estamos libres, porque nuestros procesos continúan, a nosotros nos dieron convivencia familiar”. Asimismo, señaló que en la Dirección de Auxilio Judicial en Managua es evidente la división que se está creando entre los mismos oficiales.
Quintero es uno de los integrantes de la autonombrada “La banda de los aguadores”, quienes fueron capturados el 14 de noviembre, cuando intentaban entregar víveres y agua a nueve madres de presos políticos que estaban en huelga de hambre en la iglesia San Miguel Arcángel, en Masaya. El exreo político denunció la negligencia médica sistemática que sufrieron como presos políticos por 46 días, en especial, el caso de Neyma Hernández. “Sonamos los candados, gritábamos por más de una hora: ¡Médico! ¡Médico!, mientras algunos de los custodios nos dijeron que esa es una jodedera más de ellos“.
Las declaraciones las brindó en una entrevista a Artículo 66 donde recordó que “los oficiales en la estación de Masaya golpearon brutalmente hasta con las AK en la cabeza y costilla a Jordan Lanzas, Wilfredo Brenes y José Medina”. A la vez, condenó las amenazas de muerte y detenciones para los familiares de los presos políticos que ciertos custodios les hacían.
Ante la condición de “libertad”, Quintero señaló que le prohibieron salir de la casa, del país, y de visitar locales que vendan bebidas alcohólicas y bazares. Su madre, Grethel Gómez, se sintió conmovida al poder abrazar a su único hijo, sin embargo, dijo que es “una felicidad a medias porque él fue apresado y liberado, pero continúa en el mismo proceso y también porque no salieron todos”.
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Gómez se solidarizó con las madres que no pueden tener en su casa a sus hijos y abrazarlos, a la vez remarcó que la lucha cívica por lograr una patria libre continúa en pie. En tanto, Quintero manifestó que después de su excarcelación continuará “firme demandando libertad y justicia por todos los presos políticos, por el adelanto de elecciones transparentes para poder salir de esta dictadura”.
El nombre de Quintero apareció en la lista publicada en una nota de prensa del Ministerio de Gobernación, en el que se conoce los ciudadanos a quienes les cambiaron el sistema de detención y los mandaron a sus casas bajo convivencia familiar. El recuento, que incluye a presas y presos políticos, es de 91 ciudadanos, de quienes nuevamente se detalla su número de cédula de identidad y les recuerda que deben cumplir con las obligaciones y deberes pertinentes.
Toda Nicaragua está secuestrada. Nadie está libre en Nicaragua, hermano Hansell. Los parapoliciales y demás serviles Orteguista también lo saben. Cuidado que son ellos los más amenazados por esta cruel dictadura. Fuerza Masaya!