Como otro medio de protesta, los ciudadanos autoconvocados de diferentes departamentos de Nicaragua adornaron sus Purísimas con adoquines, botellas con agua y banderas con el escudo invertido para demandar libertad, justicia y democracia para el país.
Este es el segundo año en el que los manifestantes protestan desde sus hogares colocando símbolos que representan la lucha cívica de los nicaragüenses. En esta ocasión colocaron botellas con agua para demandar la liberta de 16 ciudadanos líderes que fueron encarcelados por llevar agua a un grupo de madres que organizaron una huelga de hambre en la ciudada de Masaya, y que fueron aisladas por los uniformados por más de ocho días.
En la gritería del 2018, las madres y autoconvocados colocaron adoquines y lanza morteros en memoria de los jóvenes que fueron asesinados en abril, mayo, junio y julio por policías y los grupos armados de la familia Ortega-Murillo.
En el caso de la bandera de Nicaragua con el escudo invertido, para los autoconvocados y los ciudadanos azul y blanco es un grito de auxilio a la comunidad internacional, para que estos contribuyan en la solución de la crisis que vive Nicaragua desde abril de 2018, que ha cobrado la vida de más de 300 personas, miles de exiliados y cientos de encarcelados, según organismos internacionales de derechos humanos.