Nicaragua se encuentra entre los seis países a los cuales Estados Unidos le extendió el beneficio el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), lo que significa que continuarán con las protecciones de deportación, según lo anunció este viernes, primero de noviembre, el Departamento de Seguridad Nacional de ese país.
La medida también beneficiará a los ciudadanos de El Salvador, Haití, Honduras, Nepal y Sudán. “Una forma de ayuda humanitaria hasta el cuatro de enero de 2021”; cuya extensión cumple con los litigios en curso sobre los intentos de la administración de finalizar el TPS, resaltan las autoridades del país norteamericano.
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El TPS se le otorga a las personas que se encuentran en los Estados Unidos y que enfrentarían dificultades extremas si se les obliga a regresar a sus países que se encuentran en conflictos armados, o en desastres naturales; a estas personas también se les permite trabajar legalmente en EE.UU.
Para los seis países a quienes les designaron el TPS la fecha del vencimiento era entre enero y marzo de 2020, sin embargo con la extensión ahora será hasta principios de 2021.
Ante la falta de retorno para los exiliados
Según datos de organizaciones internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) desde abril 2018, cuando empezó la crisis sociopolítica en Nicaragua más de 70 mil ciudadanos se vieron obligados a exiliarse en otros países debido a la inseguridad que ha desatado el régimen de Ortega con la persecución y asedio policial y paramilitar a nicaragüenses quienes se unieron a la rebelión cívica que demandan su salida del poder.
Por otro lado, otro de los problemas que ha obligado a los nicaragüenses a exiliarse es la recesión económica que atraviesa el país debido a las perdidas de empleos por el cierre de empresas nacionales e internacionales. Por su parte, pese que el régimen de Ortega ha querido vender su discurso de que en el país todo esta normal, líderes universitarios y opositores y periodistas que regresaron del exilio han sido víctimas de asedio y persecución por paramilitares y policías de los cuales organismos internacionales han conocido y lo han repudiado.