Nada es igual al pasado, pero hay música de fondo con estribillos parecidos.
1. Vivimos una fase de lucha estratégica entre las nuevas fuerzas sociopolíticas, los poderes fácticos tradicionales y las fuerzas que sostienen al régimen Ortega-Murillo, el resultado final de la batalla política tendrá consecuencias para el devenir de la nación.
2. Cada realidad debe ser abordada concretamente, valiéndose de las enseñanzas legadas por la historia política. La historia política no debe ser asimilada mecánicamente, sino que debe ser asumida sobre la base de la propia experiencia del presente sociopolítico.
3. Las enseñanzas estratégicas nos ilustran que el régimen Ortega-Murillo no se va hundir por sí por más crisis que esté condenado a padecer, tampoco se puede enfocar las tareas planteadas de una manera que no sea partiendo de la realidad y las precisiones de los procesos tal como son.
4. En conclusión, la estrategia ayuda al encadenamiento de cada una de las batallas políticas con el conjunto total de la lucha general para alcanzar el objetivo final: el triunfo; es decir, quebrar la resistencia del régimen Ortega-Murillo caracterizado por la ausencia de toda democracia.
5. El poder nunca caerá en los brazos del movimiento popular: hay que luchar por él, enfrentando las presiones pasivas y fatalistas que afronta toda lucha insurreccional. Ningún régimen autoritario abandona sus posiciones de privilegio auto inmolándose, hay derrotarlo.
6. Una lección histórica del régimen Ortega-Murillo al movimiento popular: a la hora de la lucha por el poder; las leyes que rigen son las leyes del terror más implacable. Entre abril y julio 2018, llegó a su cenit la matanza de hombres, mujeres y niños, que habían hecho temer al dictador su caída inminente durante semanas.
7. La conquista del poder político es el objetivo final y el objetivo final es el alma de cada batalla política. Sin embargo, las instituciones del gran capital siguen operando como diques de contención para evitar la caída inmediata y escabrosa de Ortega-Murillo.
8. El principio estratégico básico es que, la lucha cotidiana debe de estar orgánicamente conectada con el objetivo final. Cada solución de las tareas cotidianas debe ser tal que lleve al objetivo final, no apartarse de él.
9. Existe el peligro de que las conquistas parciales se obtenga a costa de las perspectivas generales, en vez de ser un puente hacia ellas. Obtener la realización de las elecciones es una conquista inmensa, táctica pero muy importante. Nunca hay que perder de vista que el objetivo final es la derrota de la dictadura Ortega-Murillo.
10. El poder no cae en el regazo del movimiento popular: debe tomarse a partir de un plan científico a tal efecto, organizado por un centro ejecutor con el mayor de los cuidados, el encargado práctico de la toma del poder.
11. Vivimos una situación singular, extraña. Por una parte, los movimientos sociales parecen incapaces de echar abajo inmediatamente al régimen. Por otra parte, los ciudadanos apoyan con una fuerza sin precedentes el aislamiento del régimen. Al mismo tiempo, el debilitamiento del régimen pone a la orden la lucha inmediata por el poder. De momento estamos viviendo un proceso de rebelión social y su reabsorción por parte de los poderes económicos.
12. Desarrollar pensamiento estratégico es vital, los antiguos comprendieron muy bien la importancia del estudio de la estrategia, Julio César consideraba que la estrategia era más importante que las armas; otros clásicos señalan que la política es el alma de la estrategia y aquella no puede existir sin estrategia. No comprender la necesidad del análisis estratégico, es el camino seguro a la derrota y/o al pacto tradicional.
13. La toma del poder por un frente unitario es la única forma de derrotar a la dictadura. No hay que olvidar que la verdadera fuerza del movimiento popular está en las calles.
14. La recesión económica de largo plazo junto con la inmediatez que impone el calendario político hace vulnerable al régimen. Sin embargo, esperar un colapso o que todo se derrumbe por su propio peso suena a quimera.
San José/Costa Rica, 06 de septiembre de 2019.