Monseñor Sócrates René Sándigo asumió la Diócesis de León y Chinandega rodeado por un reducido grupo de católicos, sacerdotes, monjas, por el nuncio apostólico Waldemar Stanislaw, el cardenal Leopoldo Brenes y un amplio contingente de policías orteguistas. Entre los uniformados destacó la figura del subdirector de la institución que funciona como brazo represivo de la dictadura, el comisionado general Ramón Avellán, una de las caras más visibles de la masacre desatada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo desde abril de 2018.
El comisionado Ramón Avellán es uno de los más fieles jefes represivos de Ortega y es el responsable directo de al menos 36 asesinatos ejecutados solo en Masaya, centenares de secuestros y allanamientos registrados en los departamentos de Masaya y Carazo.
El comisionado Ramón Avellán acompaña la toma de posesión del obispo de León, René Sándigo. Avellán es responsable de asesinatos y secuestros en contra de la población en Masaya, y también de asediar y amenazar a sacerdotes como el padre Edwin Román. Video: La Prensa. #Artículo66 pic.twitter.com/uSlfS2bhbF
— Artículo 66 (@Articulo66Nica) August 24, 2019
Sándigo se convirtió así en el obispo 51 de la Diócesis de León. A su toma de posesión no asistieron los demás obispos, pese a que todos convergen en la Conferencia Episcopal de Nicaragua. Antes de asumir la Diócesis de León y Chinandega, el obispo se desempeñó como líder católico en la Diócesis de Chontales, donde fue ampliamente criticado por su simpatía y defensa a favor del régimen dictatorial de Ortega y Murillo.
Se apareció el Comisionado Ramón Avellán, en León, para la toma de posesión de monseñor Sócrates René Sandigo, como obispo de la ciudad metroplitana.
Nótese las miradas de desprecio hacia el polémico jefe policial, de las personas que lo ven al pasar. pic.twitter.com/Ky2jk5J8Cz— Miguel Mendoza (@Mmendoza1970) August 24, 2019
Durante su entrada al departamento de León, en el municipio de Nagarote, el obispo Sándigo fue recibido por una portátil orteguista, dirigida por el alcalde y líder político del FSLN en esa ciudad, Juan Gabriel Hernández.
El alcalde orteguista Juan Gabriel Hernandez lidera el grupo de ciudadanos que esperan la pasada de monseñor Rene Sandigo, nuevo Obispo de Leon. @laprensa pic.twitter.com/v4UCf6Jafp
— Emiliano Chamorro Mendieta (@EmilianoCHM69) August 24, 2019
Recientemente, Sándigo dijo en una entrevista al Canal Católico de Nicaragua que los crímenes ejecutados por la dictadura en contra de campesinos que mantenía un tranque en el empalme de San Pedro de Lóvago, en Chontales, eran inventados.
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Con anterioridad, Sándigo cuestionó al Movimiento Campesino, ubicado en su anterior circunscripción católica por protestar contra Ortega y defender su tierra de la amenaza del régimen de construir un canal interoceánico, que arrebataría sus propiedades y destruiría el medioambiente y el lago de Nicaragua. Monseñor Sándigo trató de descalificar la protesta campesina señalando al movimiento social como un apéndice del Movimiento Renovador Sandinista (MRS).
Sándigo recibió la Diócesis de León, tras 28 años de administración de su antecesor, el obispo Bosco Vivas Robelo, otro líder católico que en los últimos 13 años mantuvo un contubernio con la dictadura de Daniel Ortega a través de las estructuras locales del Frente Sandinista.
Para que quede claro.
La foto de la vergüenza. pic.twitter.com/rvCI0y0bTi— Abixael Mogollón (@abixael33) August 24, 2019
Vivas, incluso, fue señalado en León, igual que Sándigo en Chontales, de recibir múltiples beneficios económicos por parte de la dictadura orteguista, cuya estrategia fue endulzar a líderes católicos para controlar la crítica desde los púlpitos.
Igual que Sándigo señaló a quienes se oponían a Ortega en la zona de Chontales y restó importancia a los ataques armados contra campesinos; en León, Vivas se codeó con delegados de la dictadura, después que los matones del régimen asesinaron al monaguillo de Catedral de León, Sándor Dolmus.
En el 2017, el obispo René Sándigo fue visto con sospechas por la feligresía de Chontales y Río San Juan por un viaje a Israel que hizo el líder católico junto a los 26 sacerdotes de la Diócesis. En esa ocasión, el diario La Prensa publicó que el periplo por Tierra Santa costó más de 3 millones 300 mil córdobas, porque el viaje para cada cura estaba valorado en 4,400 dólares.
El Becerro de Oro tienta a cualquiera y es por eso que debemos permanecer firmes en la Iglesia que es Cristo. Cristo es indivisible y por ello no debemos ofuscarnos por lo que hagan los hombres al fin y al cabo tendrán que rendir cuentas y ahí serán los ay, ay, ay… VIVA CRISTO CRUCIFICADO EN SU PUEBLO!!! SI CRISTO ES CON NOSOTROS NADIE CONTRA NOSOTROS!!!