Después que los Estados Unidos y Canadá sancionaran a la ministra de salud Sonia Castro, Ortega continúa realizando acciones que de alguna manera beneficien a sus funcionarios que fueron fichados como delincuentes internacionales por los crímenes cometidos contra la población, después del 18 de abril de 2018. A través del acuerdo presidencial 108-2019 publicado en La Gaceta, Diario Oficial, este 26 de julio, se informó que Castro fue destituida del cargo de ministra de salud.
Ortega, sin embargo, mantiene la protección contra Castro nombrándola como ministra asesora del presidente de la República para temas de salud, un cargo inventado por el dictador. Como nueva ministra de salud, Ortega nombró a Carolina Asunción Dávila Murillo, esposa del secretario general del Minsa, Enrique Beteteta.
“Nómbrese a la compañera Carolina Asunción Dávila Murillo en el cargo de Ministra del Ministerio de Salud, en sus competencias está la representación legal del Ministerio de Salud para los asuntos administrativos, financieros y de cooperación externa”, expresa el acuerdo publicado en La Gaceta, Diario Oficial.
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Previo a su nombramiento como nueva ministra del Minsa, Carolina Asunción Dávila Murillo fungía como viceministra del Ministerio de Salud, para asuntos del Sistema Local de Atención Integral de Salud Managua (SILAIS-Managua).
Sancionada por ser violadora de derechos humanos
Castro fue sancionada por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y Canadá en junio de este año, es señalada de ser cómplice de la dictadura durante el estallido social iniciado en abril de 2018, que dejó más de 325 personas asesinadas a manos del órgano represivo de Daniel Ortega y grupos paramilitares.
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Según denuncias de familiares, Sonia Castro prohibió a médicos del sistema público y presionó a los hospitales privados para que no atendieran a los estudiantes y pobladores que resultaban heridos por las balas de policías y paramilitares, durante la represión a las movilizaciones cívicas. Muchos estudiantes murieron por falta de asistencia en hospitales públicos. Además durante las protestas hubo despidos masivos de médicos que se negaban a obedecer las órdenes de la exministra de no atender a los universitarios que llegaban heridos de bala.
El cargo de Sonia Castro es similar al que se inventó Ortega en el Ministerio de Educación (Mined), donde nombró como ministro asesor del presidente para temas de educación a Salvador Vanegas. Vanegas, un operador político de la dictadura es quien manda en el Mined, mientras su ministra formal, Miriam Ráudez está relegada a funciones decorativas, por lo que se da por descontado que Castro será quien ejecute las órdenes de Ortega y Murillo en los hospitales, aunque en el papel, quien firme sea la nueva ministra Carolina Dávila.