El domingo dos de junio, se cumplió un año del asesinato del adolescente Junior Gaitán López, de 15 años y de Donald López Ruiz, de 27, ambos originarios de la ciudad de Masaya, quienes fueron víctimas de la brutal represión por parte de la dictadura de Daniel Ortega.
Gaitán fue asesinado en las instalaciones del mercado de artesanías de Masaya, mientras que Donald López Ruiz, recibió un disparo en el pecho cuando intentaba refugiarse en el barrio San Miguel de esa ciudad. Familiares y amigos, señalaron a la policía orteguista de ser los actores de ambos asesinatos.
Realizan misa en honor a las víctimas
Familiares de Junior Gaitán López y de Donald López Ruiz, ofrecieron una misa en su honor, oficiada por el párroco de la iglesia San Miguel, Edwin Román.
“soy testigo del dolor y del sufrimiento de la familia del adolescente Junior Gaitán y de los familiares de Donald López Ruiz, ambos cayeron a manos de este régimen. Junior fue asesinado en el mercado de artesanías, mientras que Donald, lo asesinó la policía en el parque de San Miguel, ambos imploraron que no los mataran, pero a la policía no le importó y acabó con sus vidas”, refirió el cura.
“Hay que extirpar la pus que está infectando a los nicaragüenses”
Además, el padre Edwin Román se refirió a la situación actual que vive el país a manos de la represión orteguista, calificando al régimen como un pus que infecta al país. “En Nicaragua no puede prevalecer la mentira, la injusticia, la ambición del poder (…), hay que estar unidos para encontrar la paz y extirpar esa pus que está infectando a la sociedad nicaragüense y que no nos deja vivir en paz”.
“Es difícil perdonar, pero hay que dejar que otros odien. No, nos rebajemos al nivel de odio que está a flote. Es difícil no sentir dolor por nuestros muertos, pero lo único que podemos exigir es justicia, porque todo un país entero es víctima y tiene victimarios dentro de nuestro territorio, que ha arrebato a este país su paz y ha sembrado divisiones. Y no es con amenazas de encarcelamientos y de muerte como se va a arreglar la situación del país, eso solo ha dejado odio, luto y dolor, lo que hay que hacer, e contrarrestar el odio con el amor”, reiteró Román.
Familiares siguen exigiendo justicia
Aura Lila López, de 47 años, madre de Junior Gaitán, afirma seguir demandando justicia. Además, se niega en aceptar “la ley del perdón”, impuesta por el régimen. ”Yo no creo en la ley del perdón del gobierno, ellos mataron a mi hijo, y lo peor que él les imploraba que no lo asesinaran. Lo único que puedo pedir es justicia, porque la muerte de mi hijo no puede quedar impune”.
Por su parte, María Auxiliadora López Ruiz, hermana de Donald López, sigue demanda justicia y culpa a la familia presidencial de la muerte de su madre porque después del asesinato de su hermano, ella (su mamá) se deprimió.
“Exijo justicia por el asesinato de mi hermano, porque debido a eso, mi madre murió por tanta depresión de no tener a mi hermano a su lado, porque era su único hijo”.