Cientos de nicaragüenses asistieron a la catedral de Managua para acompañar la convocatoria realizada por la Asociación de Madres de Abril a la misa conmemorativa por un año de la masacre del 30 de mayo de 2018, donde la Policía orteguista y paramilitares asesinaron a un total de 16 ciudadanos en la marcha denominada “La madre de todas las marchas”.
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“Hoy estoy aquí por el motivo que todos estamos porque hoy no es celebración del día de las madres, recordar el 30 de mayo del año pasado (2018), recuerdo que cuando estuve en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), ese ataque fue muy fuerte, ver muchos lesionados, muchos heridos, todo por un dictador que quiere hacer su mandato”, expresó Juan Daniel Corea, originario de Nagarote y excarcelado por la dictadura.
Las madres de jóvenes asesinados durante las protestas en compañía de manifestantes que apoyaron la actividad religiosa llegaron a la catedral portando banderas azul y blanco, mantas y fotografías de las víctimas de la dictadura. “Las madres no se rinden, exigen justicia, No eran delincuentes era estudiantes,” fueron parte de las consignas que acompañaron el encuentro.
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Durante la misa, las integrantes de la asociación leyeron una carta que escribió desde la cárcel el líder campesino Medardo Mairena: “Madre si de algo le sirve, quiero decirles que yo también siento su dolor porque los héroes y mártires de sus vidas se les fue arrebatada por los asesinos del Estado y eran también mis hermanos de lucha, quizás no nos conocíamos, pero luchamos por el mismo objetivo. Hoy estoy secuestrado y no puedo hacer más que orar a Dios, y estoy orando por el futuro de Nicaragua y que haya justicia por sus hijos y libertad de nuestra querida Nicaragua, que fue el sueño también de sus hijos. Estoy secuestrado pero no me arrepiento de haber luchado junto a sus hijos que hoy ya no están, y todo el pueblo en general que hicimos y seguimos haciendo la lucha decidida por nuestra patria”, escribió Medardo.