La violencia desatada tras la crisis iniciada en abril de 2018 ha provocado graves afectaciones a la niñez nicaragüense producto de la represión estatal, las cuales no han sido atendidas, ni colocadas en el foco central de las instituciones pertinentes, según la Federación Coordinadora Nicaragüense que Trabaja con la Niñez y la Adolescencia (Codeni).
“Aquí se ha hablado de la crisis, aquí se ha hablado de los presos políticos, del tema de la democracia, pero, y cómo se encuentran todos los niños que resultaron huérfanos de más de 300 a 500 personas que resultaron asesinadas en la crisis, ¿cuáles son esos niños?, cuestionó el vocero de Codeni, Jorge Mendoza.
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Según Mendoza, al menos 29 niños, niñas y adolescentes fueron asesinados en el marco de las protestas sociales en Nicaragua, 19 adolescentes fueron judicializados y otros fueron víctimas de detenciones ilegales, golpes y malos tratos. Los niños también sufrieron la separación forzada de sus progenitores o en otros casos arrastrados al exilio.
Otro dato importante que reveló Codeni, es que la mayoría de estudiantes perciben a la Policía como un obstáculo para asistir a la escuela. La constante presencia de agentes antidisturbios en calles, paradas y gasolineras agudiza el sentimiento de inseguridad de los menores, aseguró el experto en el tema.
