A través de un comunicado oficial, el gobierno de Nicaragua notificó su presencia este lunes, 11 de marzo en el INCAE, donde se tenía previsto continuar con la negociación entre la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y la delegación del orteguismo, a la cual solo el Nuncio Apostólico, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag se hizo presente para acompañar a dicha delegación.
“La delegación del Gobierno de Nicaragua, en la mesa de negociación para la búsqueda del entendimiento y la paz en Nicaragua, se ha hecho presente responsablemente, el día de hoy Lunes 11 de Marzo a las 10 de la mañana en las instalaciones del INCAE”. Sin embargo, la Alianza informó este fin de semana que no seguiría participando del proceso mientras Rosario Murillo y Daniel Ortega no cumplan las demandas de la población y de los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos de liberar, sin condiciones a los más de 700 presos políticos que están secuestrados, y que el tirano pretende canjear como rehenes..
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Por su parte de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) también reiteró durante el fin de semana que no seguirán participando en las pláticas, que hasta ahora el régimen pretende controlar, incluso vetando a obispos católicos que han acompañado al pueblo durante la represión, asesinatos y secuestros ejecutados por policías y paramilitares de la dictadura.
El dictador presentó el 9 de marzo, una agenda de los puntos que quiere se aborden en el diálogo nacional, que tenía previsto culminar el 28 del mismo mes. Entre las propuestas de Ortega hay reformas electorales y liberar a los presos políticos, a quienes sigue llamando delincuentes; con el objetivo de frenar las sanciones internacionales contra su régimen.
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Tanto ciudadanos como políticos han mostrado, desde las redes sociales, su apoyo a la decisión de la Alianza Cívica y la CEN, además siguen demandando la libertad de los más de 600 presos políticos que todavía están en los calobozos de la tiranía y el cese de la persecución, vigilancia y acoso contra más de 100 exreos a quienes cambiaron su condición carcelaria.
En respuesta, Ortega mantiene la intimidación policial contra los ciudadanos y la prohibición del derecho a la libre movilización; también continúan los secuestros de ciudadanos opositores y en la cárcel siguen las golpizas contra presos políticos que denuncian la violencia de los carceleros, como ocurrió este fin de semana contra el preso político Yubrank Suazo, a quienes golpearon y recluyeron en la celda de tortura y aislamiento, conocida como “El Infiernillo”, según denunciaron sus familiares.