Las detenciones arbitrarias ejecutadas por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo continúan, pese a las recomendaciones de organismos internacionales y de los eurodiputados de parar la represión estatal. La tarde del lunes, 28 de enero; la joven María Luisa Abarca Aguilar fue secuestrada por la oficiales de la dictadura frente a las instalaciones del Hospital Monte España únicamente por portar un cartel que pedía “libertad para Nicaragua”.
Su hermano Marvin Raúl Abarca denunció que tras la detención María Luisa fue trasladada a las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial, mejor conocida como el “Chipote”, donde se mantiene en calidad de “investigada” por lo cual aún no les han permitido ver a la joven.


Los familiares de María Luisa Abarca demandan su libertad al Estado de Nicaragua y argumentaN que la joven no cometió ningún delito. “Ella se puso ayer (lunes) con una pancarta a protestar, no es que venían dándole seguimiento, ella estaba protestando y allí llegó la Policía y se la llevó”.


“Solamente exigimos su libertad inmediata, no estaba cometiendo ningún delito, solo protestar con una pancarta de papel, que solo pedía libertad para Nicaragua” expresó el hermano de la joven secuestrada.
La Constitución Política de Nicaragua establece en su artículo 53 que “se reconoce el derecho de reunión pacífica; el ejercicio de este derecho no requiere permiso previo”, en lo que estaría amparada la decisión de Abarca de protestar con un cartel en la mano.