La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) emitió este sábado, 01 de diciembre, su mensaje pastoral para el tiempo litúrgico de Adviento; donde señalaron que la única vía posible para resolver la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde el 18 de abril es el diálogo y denuncian los abusos sistemáticos realizados por el régimen de Daniel Ortega.
“En efecto la muerte, en las desapariciones de cualquier ser humano, en la detención y en la cárcel injusta, en el exilio forzado de la familia, en la manipulación de la conciencia sobre todo a través de algunos medios de comunicación y redes sociales promotores muchas veces de noticias falsas y en la división del pueblo, Dios ha sido negado”, denuncian los obispos; quienes se preguntan si en las actuales circunstancias es posible construir una Nicaragua mejor donde permea la violencia y se fomenta el odio devenido en venganza.
El documento episcopal de seis páginas manifiesta que la actual situación que vive el país, lejos de generar indiferencia; los nicaragüenses deben trabajar por la construcción de una sociedad más justa y democrática.
“En realidad, todos hemos sido afectados por esta crisis social. Esta triste realidad nos permite romper el velo de la indiferencia para asumir la responsabilidad que nos compete como hijos de esta patria. Nadie ha de quedarse con los brazos cruzados ante el dolor de quienes aunque siendo adversarios no dejan de ser hermanos”, enfatiza el documento.
En una clara alusión al régimen orteguista, el mensaje pastoral firmado por los diez obispos de Nicaragua; indica que un buen político es quien “opta siempre por generar procesos más que ocupar espacios” y exhortan a realizar el proceso de diálogo con “coraje, audacia y sobre todo, mucho amor por la patria”.
En este sentido, los obispos subrayan claramente que la Iglesia católica no posee todas las respuestas para los problemas que vive el país, pero indican que los mismos poseen causas estructurales y que “la actual situación ha puesto al descubierto la realidad de nuestra nación”.
Cabe señalar que al inicio de las protestas antigubernamentales en el mes de abril, el Ejecutivo de Daniel Ortega pidió a los obispos de Nicaragua fueran mediadores y testigos del Diálogo Nacional; donde los jerarcas católicos propusieron una agenda para la efectiva democratización del país. Sin embargo, el régimen se negó a discutir este tema y el mismo mandatario acusó a la jerarquía católica de “golpista”.
En este particular, los obispos nicaragüenses señalaron que la salida a la crisis nicaragüense para por lo que ellos denominan “una auténtica conversión a Cristo”, y enfatizan que “la hora decisiva ha llegado” para quienes profesan la fe cristiana, llamando a la ruptura de “egoísmos personales” para asemejarse a Jesucristo.
“En consecuencia, cada nicaragüense creyente o no ha de colaborar con su acciones para que la voluntad de Dios se instaure entre nosotros. Incluso el mismo dolor asumido con sentido, se constituye en medio para hacerle frente a la injusticia y la opresión”, exhortaron los líderes religiosos.
Asimismo, los obispos instan a los nicaragüenses a no dejarse seducir por aquellos que proponen soluciones inmediatas; sino a seguir insistiendo mediante la actuación cívica y pacífica a realizar cambios de modo profundo en el Estado y la sociedad.
“La nueva Nicaragua necesita de líderes no violentos que conquisten, de la mano de Dios, metas de libertad y de justicia. La no violencia activa rompe la lógica bélica en la que se ha enfrascado el mundo actual, donde las armas valen más que la vida humana”, expresan los jerarcas católicos.
Oración como respuesta ante campañas de desprestigio
En su mensaje pastoral, los obispos de Nicaragua no han dejado a un lado las campañas de descrédito y desprestigio emprendidas por el régimen orteguista contra miembros de la Iglesia católica. Ante esta realidad, llaman a los fieles a intensificar la oración y fortalecer la identidad nicaragüense, cuyas raíces son profundamente cristianas.
“Ante campañas de desprestigio y deshonra de las personas de la Iglesia, debemos responder con mayor oración, penitencia y testimonio de vida”, alientan los jerarcas católicos; quiénes también recuerdan que los nicaragüenses poseen un espíritu de solidaridad y hospitalidad ante las situaciones adversas a lo largo de la historia.
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La CEN del mismo modo recalca que la paz y la justicia deben ser los pilares para la construcción de una nueva Nicaragua; por ello insiste en que debe dejarse a un lado los intereses “económicos y políticos de unos pocos”.
“Esta óptica –subrayan los obispos- dará un vuelco a la situación y permitirá unir fuerzas para actuar como hijos de Nicaragua, donde todos participemos activamente en acciones comunes sin exclusión alguna”.
El documento eclesial también manifiesta la necesidad que posee el país de escuchar a “profetas no armados” que actúen de manera paulatina y silenciosa para cimentar conciencias más sólidas.
Diálogo para una salida pacífica a la crisis
En el mensaje pastoral, una de las palabras más repetidas es “diálogo”. Sobre el tema, los obispos de Nicaragua aclaran que están siempre dispuestos a acompañar el mismo junto a otros actores sociales en la búsqueda de soluciones que resulten en beneficios para el bien común de la nación.
“Con el diálogo hay futuro. Sin él todo esfuerzo se enruta al fracaso. Afirmamos convencidos que el diálogo es la salida pacífica a esta crisis socio-política”, remarcan los líderes religiosos católicos.
Por otro lado, sobre el tema de la reconciliación nacional; los obispos nicaragüenses manifiestan que ella debe estar cimentada en la búsqueda de la verdad y la justicia sobre lo que ha ocurrido verdaderamente en el país desde el 18 de abril.
“Esta senda ha de ser abonada con las exigencias de justicia y el camino que conduce a la verdad: justicia y verdad, representan los requisitos concretos para la reconciliación. La justicia es ´la actitud de reconocer al otro como persona´”, resalta el colegio episcopal nicaragüense.
Unidad de la nación
El mensaje pastoral de Adviento de los obispos de Nicaragua culmina con un llamado apremiante a la unidad de la patria. Según los líderes religiosos, la peor amenaza que se cierne sobre el país es la división y el enfrentamiento. Por eso llaman a los nicaragüenses que, aún en medio del dolor que embarga a la nación, se pida a Dios por la fraternidad y la convivencia del pueblo.
Del mismo modo, rechazaron la “uniformidad asfixiante” y el dominio de la fuerza que predomina actualmente en el ejercicio de quienes detentan el poder actualmente en Nicaragua. Así mismo, subrayaron que la unidad no se da “en los escritorios” sino como una lógica de “escucha y entendimiento”.
“Surge un nuevo horizonte para los nicaragüenses, a través de expresiones que nacen de la preocupación por la persona humana. Los gestos de solidaridad, de amor y de perdón son clave para enfrentar la violencia que busca generar círculos de muerte. En efecto, asumir lo humano fundamental es una forma de lucha cívica sobre todo cuando tomamos seriamente la libertad de expresión, la protesta pacífica, etc”, puntualizan los Obispos.
Los obispos, del mismo modo, piden a los nicaragüenses que –por medio de la intercesión de María-, puedan acoger el mensaje pastoral, como un fermento que abone a una sociedad “inspirada en los valores del Reino” de Dios.