La producción de carne en Nicaragua se ha mantenido estable pese a la crisis política y social que enfrenta el país, desde el pasado 18 de abril. No obstante, algunos productores de carne empiezan a quejarse de medidas arancelarias que se aprobaron en Panamá, el pasado 21 de septiembre, puesto que la misma representa el 50% más de impuestos para que coloquen sus productos.
El Ministerio de Comercio e Industrias (MICI), de Panamá, a través de un decreto, impusieron nuevos aranceles de importación a la carne de Nicaragua, estos andarían entre el 15% y hasta el 50%, con el fin, según las autoridades panameñas, de corregir la especulación que se ha desatado en cuanto a los precios de la carne bovina y el pagado que recibe su producto local.
Onel Pérez, director ejecutivo de la Cámara Nicaragüense de Plantas Exportadoras de Carne Bovina (CANICARNE), aseguró, durante una entrevista con Radio Corporación, que estos cambios en la legislación panameña podría generar pérdidas de más de 18 millones de dólares, por lo que los productores de carne solicitan que el Ministerio de Fomento Industria y Comercio (Mific) tome cartas en el asunto, para presionar y que ese mercado no se cierre a la carne bovina proveniente de Nicaragua.
“El problema que tenemos actualmente es con Panamá que nos ha establecido una barrera ´no arancelaria´ que se ha convertido en ´arancelaria, debido al pago del impuesto del 30% sobre la carne que ese país importe desde Nicaragua (…) Esto lo realiza Panamá desconociendo el TLC que tenemos y afectándonos ese mercado que tenemos. (…) Nosotros ya le habíamos informado al MIFIC y hemos pedido mediadas reciprocas contra las importaciones panameñas, porque no queremos que pase lo mismo que Honduras”, explicó Pérez, quien además destacó que solo el año pasado el 58% de las exportaciones de Nicaragua hacia Panamá fue de carne bovina.
Según el Ministerio Agropecuario de Nicaragua, de enero a julio de 2018, el sector ganadero ha sacrificado 431 mil 878 cabezas de ganado, mismas que han dado lugar a una producción de carne de 166.7 millones de libras, además, señala que se han exportado unas 7 220 cabezas de ganado.
Los productores nicaragüenses resienten que mercados como Honduras, desde el 2010, están cerrados para la carne de Nicaragua y temen que las medidas que está imponiendo Panamá los lleven al mismo camino, por lo cual demandan al Mific que actúe con medidas similares para los productos panameños, con el fin de que se pueda llegar a un arreglo y se respeten los tratados de libre comercio.
Los productores nicaragüenses de carne bovina han tenido que resolver enviando más de sus productos hacia países como Estados Unidos y Guatemala, pero esto les ha ocasionado pérdidas en los precios que dan, puesto que ante mayor oferta tienen que disminuir los precios que piden por sus productos.