El abuso policial ha venido escalando en los últimos cinco meses de protestas, iniciadas el pasado 18 de abril en contra del régimen de Daniel Ortega. La agresiones y torturas en contra de los ciudadanos han ido desde revisión obligada de aparatos electrónicos, golpes, violaciones sexuales hasta cortes con armas blancas en sus genitales. Los campesinos tampoco se han salvado de ese tipo de represión selectiva. Antonia Cruz viajó desde la comarca El Dorado, de Jinotega, hasta Managua para denunciar la tortura a la que fue sometido su hermano Bryan Rogelio Cruz Calderón, de 31 años.
El relato de la Antonia, en su denuncia pública ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), parecía sacado de una película de terror. Bryan Cruz fue detenido arbitrariamente, baleado, golpeado y prácticamente castrado por agentes de la Policía de Jinotega, el pasado 30 de agosto.
La barbarie cometida por la Policía en contra del campesino lo dejó con un balazo en su pierna y tres estocadas de arma blanca en su cuerpo, entre ellas está una en el abdomen que le dejó de fuera el intestino y las otras dos le hirieron desde el ano hasta el testículo izquierdo. Ahora el campesino tiene una herida de 15 puntos en el abdomen y otra abierta en la entrepierna. Sus familiares detallaron que cuando Cruz fue llevado al Hospital de Jinotega llevaba su intestino de fuera y su testículo izquierdo desgarrado totalmente.
Bryan Rogelio Cruz fue detenido mientras estaba en la entrada de su casa en la comarca El Dorado, de Jinotega, junto a su hijo de meses y su esposa, sin embargo, esto no detuvo a los agentes de disparar, pues sin los motivos se lanzaron de la patrulla policial disparando y sin mostrar algún tipo de orden de captura, afirmaron los familiares de Cruz.
“Yo estaba en la entrada de mi casa con mi esposa y mi hijo, entonces ellos se tiraron de la camioneta y empezaron a lanzarnos bala, lo que hice para que no me le dieran al niño fue correrme detrás de la casa, entonces ahí me dieron un balazo en la rodilla y, en eso, me empezaron a pegar con las culatas de los rifles AK47”, detalló Cruz, desde una llamada telefónica que realizó desde la cama del Hospital de Jinotega, lugar en el que ha pasado 17 días internado por las graves heridas que le dejaron las tres estocadas de arma blanca propinadas por la Policía.
Bryan Cruz narró, ante los medios de comunicación, que los agentes de la Policía desde que llegaron a la estación policial le amarraron la boca y lo empezaron a torturar. “Me abrieron y me partieron con un cuchillo mis partes intimas, cada uno me agarraba una pierna, otro me enchachaba (esposaba) y el otro fue el que me apuñaló”, especificó el campesino, que ahora teme morir en las celdas de la estación policial de Jinotega, pues sus heridas no han sanado y los doctores que lo han atendido le dijeron que necesita al menos seis meses para que sanen, pero ahora, este 17 de septiembre, le dieron de alta y sus familiares creen que es por presión de los esbirros orteguistas.
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Cruz y sus familiares identifican como los principales responsables de las torturas a los oficiales de Policías Ervin López y Martín García. Bryan Cruz acusa a López de ser quien le destruyó de una apuñalada el testículo izquierdo.
Bryan Cruz ante tanta agresión y tortura lo que pide es justicia y su familia demanda que lo dejen en paz y libre, ya que, el ciudadano está en el Hospital y le han referido que cuando sea dado de alta enfrentará la cárcel por delitos que aún no le aclaran, ya que, primeramente le acusaban de robarse un celular, mismo que su familia aduce es de un amigo que se le prestó, y luego le dijeron que se lo llevaban porque participó en los tranques de Pantasma, lo cual, es negado rotundamente por Cruz.
El abogado Pablo Cuevas, defensor de derechos humanos de la CPDH, aseguró que este tipo de actos de tortura de los agentes de la Policía “es la actitud criminal y brutal con la que están actuando las autoridades del Estado de Nicaragua” y es condenable todo tipo de abuso y violación de derechos humanos. La CPDH informó que darán acompañamiento legal al ciudadano con la abogada Vilma Navarrete.
Los familiares de Cruz además de exigir justicia y libertad a las autoridades de Nicaragua, también solicitaron a los ciudadanos nicaragüenses que les brinden apoyo económico pues son de escasos recursos y necesitan pañales desechables para Bryan Cruz.