Los colectivos feministas y LGTBIQ de Nicaragua redactaron una carta urgente para hacer un llamado a la solidaridad internacional y “denunciar los crímenes y ataques constantes, desencadenados en el país desde el pasado 19 de abril, por parte de las fuerzas represivas del Estado, tanto la Policía Nacional como los grupos parapoliciales armados, subordinados a Daniel Ortega y Rosario Murillo”.
La carta expone la situación “represiva y totalitaria del Gobierno” desde 1998 con la denuncia por violencia sexual de parte de Zoilamérica Narváez contra su padrastro Daniel Ortega; la alianza entre el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), partidos conservadores y la jerarquía de la Iglesia hasta penalizar el aborto bajo cualquier circunstancia, así como los hechos registrados desde el pasado 18 de abril.
Bertha Massiel Sánchez, de la Articulación Feminista de Nicaragua, explicó que la carta también denuncia “la campaña de desprestigio y persecución contra las integrantes del movimiento feminista, estrategias que han sido extensivas al movimiento campesino contra la construcción del canal interoceánico desde el 2014 y a toda voz crítica al gobierno.
También hace énfasis en la represión contra mujeres que han sido secuestradas, violadas, torturadas y viven bajo amenaza en sus barrios y comunidades. La Iniciativa Nicaragüense de Defensoras de Derechos Humanos de las Mujeres registra al menos 182 agresiones que incluyen torturas y violaciones sexuales.
Acciones de solidaridad
El documento fue traducido en cinco idiomas: italiano, francés, alemán, inglés y español; propone cinco acciones puntuales que contribuyan a la búsqueda de una solución sostenible frente a lo que llaman una “negativa de la dictadura Ortega-Murillo de aceptar una salida razonable a la crisis”.

Entre las acciones se encuentran el envío de cartas a las diferentes embajadas de Nicaragua en el mundo demandando el respeto a la integridad física y psicológica de las personas encarceladas y su inmediata liberación, así como realizar acciones de denuncias, realizar y respaldar campañas, participar y organizar grupos de solidaridad e influir en posiciones oficiales de sus gobiernos en el marco de la Organización de Estados Americanos (OEA) y organismos de integración regional.
Finalmente, el documento agradece las muestras de solidaridad con Nicaragua mediante mensaje de texto, artículos, manifestaciones como muestras de “cariño y de ánimo para continuar en esta lucha por la justicia y la democratización de nuestra Nicaragua”.
Desde el inicio de la crisis, el 18 de abril, el Movimiento Feminista de Nicaragua ha tomado un papel activo en la resistencia pacífica en todo el país, participando en diferentes niveles en marchas azul y blanco, plantones, demandando la libertad de presos políticos y apoyando a la juventud perseguida por el régimen, por este motivo se han convertido en blanco sistemático y reiterado de ataques.