El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo han enviado a todas las instituciones del Estado de Nicaragua, alcaldías municipales y barrios en los que ha entregado proyectos sociales «las listas de apoyo al Comandante». Las listas tiene como referencia «Firmas en respaldo a la Carta para que los Terroristas-Golpistas paguen por sus crímenes».
Las listas también las han enviado a los maestros de las escuelas públicas y subvencionadas. A quienes se han atrevido a negarse a firmarlas, les lanzan una amenaza sectaria de «ahí vamos a hablar». En esas «Listas» los que se ven obligados a firmar para no perder el trabajo, deben de colocar su nombre, número de cédula y firma.
La medida implementada por el régimen de Ortega no es original, pues ha surgido a partir de la solicitud hecha por los miembros de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que desde los medios independientes y redes sociales, han viralizado un vídeo en el que le solicitan a la población que entre a una plataforma y apoye la Carta que se enviará al presidente Ortega para la reinstalación del Diálogo Nacional, mismo que se mantiene suspendido por la falta de voluntad del Frente Sandinista.
Mientras Ortega se resiste a volver a la mesa de diálogo, su policía y paramilitares recrudecen la represión, detenciones ilegales y la persecución. Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la lista de asesinatos cometidos por el Estados asciende a los 317 nicaragüenses.
Extraoficialmente se conoció que el Gobierno de Ortega pretende recolectar 130 mil firmas de trabajadores del Estado, sin embargo, según los testimonios que ha recibido Artículo 66, muchos se han negado pese a que temen perder sus puestos de trabajo.
Los trabajadores que se niegan a firmar son llamados por sus superiores o por los operadores partidarios que recolectan las firmas para que expliquen los motivos, unos se justifican diciendo que «ya firmaron, que firmaron en sus barrios o que prefieren no meterse en política».
Como parte de las acciones represivas del Estado contra los trabajadores públicos, en distintas instituciones han desatado una cacería de brujas, incluyendo despidos contra médicos de hospitales públicos. La CIDH, incluso, emitió una nota instando al Gobierno a detener este tipo de acciones de criminalización y de obligar a los funcionarios públicos a participar en actividades partidarias.
Acoso paramilitar en los barrios
En los barrios y comarcas de los distintos departamentos de Nicaragua las cosas son peores. Los ciudadanos han denunciado, en las redes sociales, que sujetos armados junto a los conocidos CPC o fanáticos del Frente Sandinista andan casa a casa exigiendo que firmen esas «Listas en apoyo al Comandante». Muchos por temor han firmado, otros han optado por cerrar sus puertas.
Listas de Ortega
Terrible esto es una vil represion al pueblo