Miles de nicaragüenses volvieron a salir a las calles de Managua, este miércoles cuando se realizó la segunda marcha nacional para exigir la libertad de los presos políticos que el régimen de Daniel Ortega mantiene detenidos ilegalmente, algunos sin acusaciones ni orden de captura, y otros que están siendo procesados como terroristas.
La manifestación salió de la rotonda Cristo Rey y se dirigió hasta la rotonda La Virgen en un recorrido de poco más de 4 kilómetros en el que las banderas azul y blanco, emblemática en marchas y plantones, no podían faltar, pero en esta ocasión los ciudadanos portaban fotografías de los presos políticos del régimen orteguista, sobre todo de los líderes campesinos Medardo Mairena y Pedro Mena, la lideresa Irlanda Jerez, así como de Brandon Lovo Taylor y Glen Abraham Slate, procesados por ser supuestos autores de la muerte del periodista Ángel Gahona.
Mientras la marcha recorría las calurosas calles de Managua, a puerta cerrada se realizaba la audiencia inicial contra los campesinos Medardo Mairena, Pedro Mena y Silvio Pineda en los Juzgados de Managua, a quienes acusan de terrorismo y de la muerte de cuatro policías en Morritos, Río San Juan. A la audiencia no permitieron la entrada de los medios de comunicación independientes y tampoco a representantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
«Aquí estamos de frente, diciendo de frente Daniel se va. No están solos son nuestros presos cada uno de los chavalos, los que están en las cárceles clandestinas son nuestros presos políticos, los vamos a sacar. Todos esos juicios van ser nulos porque vamos a tener libertad», reafirmó la activista Ana Margarita Vigíl.
Entre los manifestantes había niños, estudiantes universitarios y de secundaria, adultos y personas de la tercera edad como el señor José Francisco Laguna quien es originario del barrio Américas 1, quien asegura que lo que se vivió durante la dictadura de Somoza no es comparable con lo que está sufriendo el pueblo de Nicaragua con la dictadura de Daniel Ortega.
«Estoy marchando en apoyo a todos nuestros presos políticos, a todos nuestros hermanos que los están sacrificando en esas mazmorras que tiene este maldito de Daniel Ortega. Esto es peor que Somoza porque en aquel tiempo era una lucha de armados contra armados, ahora es una lucha de armados con personas que solo tienen una bandera azul y blanco».
Sandra Ramos, directora del Movimiento de Mujeres María Elena Cuadra, quien además participa en la mesa de diálogo nacional, denunció la existencia de expedientes judiciales ficticios creados para sancionar a los nicaragüenses que han protestado en contra del régimen de Daniel Ortega.
«Aquí estamos en la calle, jóvenes, niños, adolescentes, de la tercera edad porque estamos en la calle clamando por la liberad y exigiendo la libertad de Pedro, de Medardo, de todas las mujeres que están presas injustamente, de Irlanda, de Elsa Valle y de todos los presos políticos. Con un sistema de justicia viciado, amañado, lo que ha hecho es crear expedientes ficticios para sancionar al pueblo de Nicaragua que se ha levantado en contra de Daniel Ortega».
Azahalea Solís Román, activista y miembro del Movimiento Autónomo de Mujeres, se refería al reinicio del diálogo nacional y aseguraba que Ortega estaba siendo derrotado en distintos frentes de la lucha cívica.
«Ortega tiene una visión autoritaria piensa que con la sangre y destrucción de la protesta pacífica, ya no tiene que sentarse en la mesa a dialogar su salida, pero no le queda más que sentarse a negociar. Ahora su Gobierno es más repudiado. Están derrotados social, económicamente y cívicamente».
Sobre las próximas acciones de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, Solís aseguró que están pensando en realizar tarde o temprano otros paros nacionales, con mayor duración y más seguidos.
«Va a llegar un momento en el que se va a tener que llamar a unos paros más escalonados, más seguidos, llegará su momento, ahorita esta lucha es política y lo relativo a los presos políticos y el desarme de los paramilitares, luego tendremos que seguir presionando para lograr que Ortega se siente a negociar su salida».
La marcha finalizó en la rotonda La Virgen donde se leyó un pronunciamiento exigiendo la liberación de los presos políticos y el cese inmediato de la represión selectiva que ha desencadenado secuestros, detenciones ilegales, torturas y la criminalización de la protesta.
En su última visita Paulo Abrão secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), denunció el inició de una tercera fase de represión en Nicaragua con un carácter «más crudo», consistente en el uso de las instituciones para criminalizar a los manifestantes.