El sacerdote Carlos Abea, miembro de la Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús, quien se encontraba trabajando en la parroquia de Nueva Guinea fue trasladado de iglesia por las serias amenazas de muerte que estaba recibiendo; así fue confirmado por el padre Enrique Córdoba, párroco de Kukra Hill, quien también es miembro de la Comisión de Pastoral de la Diócesis de Bluefields.
Durante las protestas en Nueva Guinea, el padre Carlos Abea estuvo muy de cerca de los campesinos, mediando para que los ciudadanos que protestaban pacíficamente no fueran agredidos por los paramilitares orteguistas, razón por la cual ahora es perseguido por los simpatizantes rojinegros.
Obispo confirma salida de religioso
Monseñor Pablo Smith, obispo de las Diócesis de Bluefields, confirmó a Artículo 66 el traslado del padre Abea, pero sin especificar las razones. «Tengo entendido que el padre Carlos va de camino a un país centroamericano, la congregación sigue trabajando igual».
El padre Carlos Abea, según los pobladores, era muy cercano a los campesinos de su parroquia. El 14 de julio, el tranque que los campesinos mantenían en San Pedro de Lóvago, en Chontales; fue brutalmente atacado, dejando al menos ocho campesinos muertos en el lugar, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). El sacerdote Abea estuvo en el lugar apoyando a los familiares de los campesinos asesinados.
Cuestionan postura de los obispos del Caribe
Una fuente dentro del clero de la Diócesis de Bluefields, que por motivos de seguridad no quiso ser identificado, indicó que los obispos de las Diócesis de Siuna, en el Caribe Norte; y sobre todo monseñor Pablo Smith, de la Diócesis de Bluefields, en el Caribe Sur; no han denunciado con suficiente fuerza los abusos que sufren los campesinos por parte de las turbas orteguistas, Policía Nacional y hasta de miembros del Ejército.
El religioso resaltó, por vía telefónica, que «monseñor Smith dice ser neutral, pero no actúa con la misma vara de medir. En Nueva Guinea, con el padre Carlos Abea; ya son tres sacerdotes que han sido movidos de esa parroquia solo por estar del lado del campesinado».
Según este sacerdote, quien tiene años trabajando en las parroquias del Caribe dentro del clero de la costa, hay varios curas que son señalados de estar muy cerca del Frente Sandinista, pero a ellos nadie los critica y más bien dicen que los religiosos mantienen «una postura neutral».
Entre ese tipo de casos, destacó el caso del cura Carlos Zúñiga Soto, quien actualmente es párroco en Waslala y es abiertamente simpatizante del Frente Sandinista y participa de sus actos partidarios. «A Carlos Zúñiga todos lo conocen como sandinista y peor aún ha pasado lista de sacerdotes que han apoyado a los campesinos para que no les violen sus derechos humanos. Estas listas las han enviado a los secretarios políticos para que los amenacen. Yo soy testigo de eso».
Según este sacerdote, los obispos si quieren ser neutrales también deberían de ver con recelo las actuaciones de curas que son cercanos al régimen de Daniel Ortega, a quienes en su mayoría se les señala de no llevar una vida austera.
El traslado de sacerdotes está entre las facultades de los obispos
Según las normas que rigen la vida de la Iglesia católica, los obispos tienen entre sus facultades ordinarias las de gobernar la Diócesis o jurisdicción eclesial que les sea asignada. El Código de Derecho Canónico establece que el obispo debe regular la justa distribución del clero y el personal laico que trabaja para las instituciones eclesiásticas.
Habitualmente, los movimientos de sacerdotes suelen hacerse a inicios de año para que los párrocos puedan iniciar el año conociendo sus nuevas misiones pastorales, pues al contrario de los pastores evangélicos, los sacerdotes deben ser rotados en cada cierto tiempo para patentizar el aspecto misionero de la función presbiteral.
Especialmente en Managua, el arzobispo Leopoldo Brenes acostumbra a llevar a cabo esta práctica de rotación sacerdotal con cierta frecuencia. En un mismo año, según reportes periodísticos, han llegado a ser rotados más de veinte sacerdotes en diversas zonas de toda su Diócesis.
En su momento, Boanerges Carballo Madrigal, vicario episcopal de pastoral de la Arquidiócesis de Managua, justificó los movimientos de sacerdotes que realiza anualmente el arzobispo Brenes, expresando que “dinamizan el trabajo pastoral”.
Con respecto a las jurisdicciones eclesiásticas existentes en el Caribe nicaragüense, la Diócesis de Bluefields cuenta con 457 mil habitantes de los cuáles 260 mil son católicos.
De acuerdo con información de la Sala Stampa de la Santa Sede, dicha Diócesis contaba a enero de 2018 con 10 sacerdotes diocesanos y 4 religiosos, 29 religiosas y 11 seminaristas mayores en el Seminario Nacional de Managua.
Con la colaboración de Israel González Espinoza.