El joven Jamesson Meza fue sepultado en Jinotega, de donde era originario. Resultó herido en el brutal ataque de policías y paramilitares a Monimbó, el pasado 17 de julio. Su sueño era convertirse en chef, pero las balas del régimen lo impidieron.
Jamesson recibió un impacto de bala en una de sus piernas. Falleció la madrugada de ayer sábado, 21 de julio, en un hospital en Managua. Tras el impacto, al joven de 26 años lo trasladaron a un puesto médico en Masaya, pero la herida se le infectó.
Tras recibir atención médica en la capital, los médicos decidieron amputarle la pierna, sin embargo, no resistió la operación.
Sus familiares piden justicia por el asesinato de Meza, quien trabajaba como cocinero en la ciudad de Masaya y además, estudiaba artes culinarias. Se había unido a lucha cívica en contra del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. El autoconvocado era originario del barrio Llano de la Cruz, en Jinotega.
El 17 de julio, la guardia orteguista en conjunto con los paramilitares armados atacaron la cuna del folclore nicaragüense para levantar, a “costa de lo que fuera”, a como había anunciado el comisionado general Ramón Avellán, las barricadas que se mantenían en el barrio indígena de Monimbó para protegerse de la violencia dirigida desde la presidencia.
Según la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos, la represión gubernamental ya ha cobrado la vida de más de 350 ciudadanos, de los cuales 306 son civiles. La cifra de heridos supera los dos mil y hay más de 300 desaparecidos.