La Cámara de Senadores de Uruguay, este 17 de julio, aprobó una declaración, en unanimidad, en la que “exige al gobierno de Nicaragua el cese inmediato de la violencia contra el pueblo nicaragüense”.
El expresidente de Uruguay y actual senador, José Mujica, envió un fuerte mensaje al pueblo de Nicaragua que luchó en los años setenta en contra de la dictadura de los Somozas, especialmente, a Daniel Ortega. Pepe Mujica afirmó, ante el plenario de Senadores, que se siente “mal (…) porque recuerdo nombres de compañeros que dejaron la vida en Nicaragua peleando por un sueño. (…) Siento que eso que fue un sueño en esos días haya caído en la autocracia y entiendo que quienes ayer fueron revolucionarios perdieron el sentido de la vida, hay momentos que hay que decir ME VOY”.
La situación de Nicaragua, desatada desde el pasado 18 de abril, misma que ha dejado más de 270 muertos, ha despertado la condena internacional ante el actuar del régimen de Daniel Ortega, quien ha procedido a aplicar “uso excesivo de fuerza”, para reprimir al pueblo que protesta, según el informe presentado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Es por ello que, la condena de los senadores uruguayos fue enérgica. Pablo Mires del Partido Independiente señaló que el régimen de Daniel Ortega “además de corrupto, depredador del medio ambiente, es un régimen autoritario violento que todos los días dispara a matar a la gente, simplemente, porque protestan”.
Uruguay aprovechó su declaración para “instar al gobierno de Nicaragua y a todas las partes que participen de buena fe en el Diálogo Nacional”. Asimismo, alienta al Estado de Nicaragua, como la mejor garantía de estabilidad democrática, la celebración de “elecciones libres, justas y oportunas en un ambiente libre de miedo, intimidación, amenaza o violencia”.
La declaración fue puesta en sesión de la Cámara de Senadores a petición de: Leonardo De León, Rubén Martínez Huelmo, Rafael Michelini, Marcos Otheguy, Daniela Payssé, Enrique Pintado y Daisy Tourné. Los senadores uruguayos han expresados su “enérgica condena a todos los actos de violencia y violaciones a los derechos humanos”.