[vc_row][vc_column][vc_column_text]Primero que nada, quiero expresar, desde lo más profundo de mi corazón, mi más sincero agradecimiento a los amigos y amigas y a todas las personas que a lo largo de estas últimas semanas han expresado su apoyo y respaldo a mi participación en el Diálogo Nacional. Creo que, a raíz de los rumores sobre mi exclusión del diálogo por decisión del gobierno de Nicaragua, les debo a todos una explicación de lo que ha sucedido estos últimos días.
El día lunes 14 de mayo recibí la visita de un muy apreciado amigo, quién solicitó reunirse conmigo para transmitirme un mensaje de la CEN. Lo que se me comunicó fue que los Señores obispos apoyaban unánimemente mi reincorporación a la delegación universitaria para el Diálogo Nacional , pero que los representantes del gobierno reiteradamente manifestaron que el caso estaba ya decidido y cerrado y que no era negociable. Que en la última reunión entre el gobierno y los obispos, en la que se trató el caso, el gobierno manifestó que si se me incluía en la delegación no habría diálogo. Llegado a este punto los Señores Obispos solicitaron a este amigo, que es de mi entera confianza, que me transmitiera la información con la solicitud de que comprendiera la difícil disyuntiva en la que ellos estaban y que aceptara declinar mi participación para que esto no fuese usado como pretexto para boicotear el diálogo.
Ante esta situación, tal como lo he expresado muchas veces públicamente, lo único que me mueve en estas circunstancias tan difíciles es mi amor a Nicaragua, el deseo de que no se siga derramando más sangre inocente y que no se siga sacrificando a la juventud. También he expresado que la irresponsabilidad e insensibilidad del gobierno ha llevado la situación a un punto tal que la única salida posible, sin más derramamiento de sangre, es un diálogo honesto y sincero entre el gobierno y representantes de la sociedad nicaragüense que exige se respeten sus derecho y que se inicie un proceso que nos lleve a construir una Nicaragua democrática, con paz y justicia para todos y todas. En estos momentos difíciles reitero que debemos dar una oportunidad al diálogo.
Por consideración también a la CEN, que fue la que me propuso e invitó a participar en el diálogo, he decidido apartarme para no provocar una crisis que podría poner en peligro el inicio del diálogo. He informado de mi decisión a las y los amigos y amigas que conforman la representación de la sociedad nicaragüense ante el diálogo y les he pedido que sigan adelante con el trabajo en esta fase crítica de preparación para el inicio del diálogo.
Espero que algún día se me expliquen las razones por las cuales he sido excluido de este proceso. Espero que este gobierno tenga la entereza de decirme, viéndome a los ojos, cuál es el problema que tienen conmigo. Si han tomado esta decisión por lo que pienso y he dicho públicamente desde que comenzó esta crisis, y por la posición que he mantenido y defendido a lo largo de mi vida, debo decirles que con esto no me callarán. Entiendo perfectamente el mensaje que está implícito en una decisión como está. Me consideran un enemigo, una persona incómoda para su proyecto político, y se perfectamente cómo tratan a este tipo de personas. Pues bien, les repito, no me callaré, no sacrificaré mis principios y valores por el miedo y las amenazas. El ejemplo y sacrificio de esta nueva generación de jóvenes no ha hecho más que reafirmar, ahora con su sangre, mi opción por la verdad, la justicia, la democracia y una sociedad más justa.
Me he puesto a la orden de los amigos y amigas con los que he estado trabajando estas semanas para seguirlos apoyando en lo que consideren que puedo serles útil.
A todas y todos ustedes que me han expresado su apoyo y cariño les pido que confíen en este grupo y les den todo su apoyo. He tenido el privilegio de estar muy cerca de ellas y ellos en estos días y puedo decir que el único interés que los mueve es la paz y la justicia en Nicaragua. Son personas valientes y talentosas que sabrán representar dignamente los intereses y demandas de todas y todos nosotros. La representación de los jóvenes que llevarán la voz cantante del grupo está conformada por muchachas y muchachos valiosísimos. Ellas y ellos tienen ahora en sus manos la fuerza para transformar Nicaragua, pero no podrán hacerlo si el grupo no se presenta unido y firme y si no cuenta con el apoyo de todas y todos ustedes.
Ernesto Medina Sandino
Ciudadano nicaragüense
Cédula # 281-051252-0003W[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]