[vc_row][vc_column][vc_column_text]Compa, hablemos de madre a madre.
Sé que estás preocupada por la influencia que las redes sociales puedan tener en Nicaragua. Y no es para menos frente a fenómenos como el bullying y el ciberacoso donde sus principales víctimas somos las mujeres.
Quiero contarte que como mujer, madre y feminista lo he vivido, he recibido amenazas de odio mediante las redes sociales (y esperemos que después de esta carta no me convierta en víctima de memes). Por eso, me sumo a tu preocupación, sin embargo tengo algunas observaciones que hacerte.
Otra entrada de la #MadreInsurrecta: Tu madre #NoVota
Soy madre y como tal, soy yo quien debe decidir qué puede ver mi hijo en la Tablet. Es mi obligación educar a mi hijo sobre los valores que yo considero importantes. El Estado (las instituciones) no debe involucrarse, sino reforzarlo en las escuelas con educación, pero hablo de educación de calidad y no educación alienada, servil, borrega.
Soy una persona autónoma – adulta, así que por favor no me tratés como una niña (no soy tu hija). Por favor, no me digás qué es bueno y qué es malo. Tengo la capacidad crítica y la suficiente edad para discernir sobre lo que le conviene a mi hijo y a mí. Esa actitud paternalista mejor déjala en casa. Estoy segura que no te gusta que te digan cómo educar a tus hijos e hijas que, por cierto, bastante les hace falta conocer sobre respeto a los derechos de las mujeres. Mejor vos y el resto de funcionarios, a quienes les pagamos sus salarios, hagan su trabajo y háganlo bien.
Y esto me lleva a lo siguiente… la violencia no es culpa de las redes sociales. Pensar eso es ver el problema de forma aislada. Las expresiones de violencia contra las mujeres y niñez, e incluso entre hombres, son resultado de una sociedad machista. Antes de las redes sociales ya existía la violencia, el acoso, el bullying. Por lo tanto, no son las redes, sino las personas.
Sí… las personas que conformamos esta sociedad, la misma sociedad que ha aprendido, en los últimos 10 años, de los medios de tus hijos, hijas y aliados de partido a banalizar, mofarse y tratar con crueldad a las víctimas de violencia sexual y física, que casualmente son las personas más pobres de este país. Esos que ustedes llaman pueblo presidente.
Pero aunque hablés y te esforcés a diario por hacernos sentir que “hay una madre (tóxica) presente y preocupada por su Nicaragua”, resulta que miles de casos de violencia no tienen condena fomentando, desde el Estado, un clima de impunidad que insta a otros a violentar mujeres.
Y decirte que mi primer trabajo como madre es defender a mi hijo, así que aunque tu preocupación es real, no me parece legítima y, en cambio, me genera suspicacia que un Gobierno quiera limitar el derecho a la expresión y la libre opinión. Y antes que un borrego yo estoy criando a un hombre con conciencia crítica.
Por último, decirte que creo firmemente que la mejor herramienta para la enseñanza es el ejemplo, entonces para preservar los valores de la familia y la comunidad, debemos comenzar en casa protegiendo a nuestros hijos e hijas de abusadores.
Atentamente: Maryórit Guevara – #MadreInsurrecta[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
Ojalá lo haya leído la compañera, madre, vice, colega, defensora de los más necesitados #rosariomurillo
Suerte,