[vc_row][vc_column][vc_column_text]Carlos Mejía Godoy interpretó los cantos de la Misa campesina nicaragüense ante el papa Francisco. El concierto se realizó en una plaza de Lima, Perú, frente a la Nunciatura Apostólica. Desde un balcón, el sumo pontífice oyó el popular Vos sos el Dios de los pobres.
En medio del concierto, Francisco, el papa argentino, dijo a los artistas: «Los felicito por la música y por el canto. Gracias». «Los aplaudimos a ellos que están cantando…», afirmó con emoción el líder de la Iglesia católica.
«Lo prometido es deuda. Acá les dejo este hermoso y emotivo video en el momento justo que sale el papa Francisco a saludar y bendecir al pueblo peruano y, de paso, al pueblo nicaragüense. Realmente, fue una experiencia muy especial, en donde se sentían las buenas vibras y toda la energía positiva del público y de los músicos», escribió en su cuenta de Facebook Xochilt Jiménez, esposa de Mejía Godoy.
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Video tomado del perfil de Facebook de Xole Jiménez
La Misa campesina nicaragüense en quechua y castellano
Por su parte, la embajadora de Nicaragua en Lima, Marcela Pérez Silva, publicó en las redes sociales: «La Misa campesina nicaragüense resonó más linda que nunca, en quechua y castellano, frente a la Nunciatura. Nuestros corazones vibraron de amor cantándole al pueblo y al Dios de los pobres en las bellas melodías de Carlos Mejía Godoy».
El papa Francisco, también, recibió un disco con toda la música de la Misa campesina, informó la embajadora Pérez Silva.
Francisco estará en Lima hasta el 21 de enero, en un periplo de tres días por el país sudamericano. Posteriormente, se dirigirá a Chile, donde concluirá su gira por el continente.
Aclamada en el mundo, vetada en Nicaragua
La Misa campesina nicaragüense es un álbum de nueve canciones que fueron creadas por Mejía Godoy en 1975 para ser interpretadas en la liturgia católica, especialmente, durante la eucaristía. Esta composición artística refleja la vivencia de un Dios cercano al sufrimiento y la alegría del pueblo. Su autor introdujo elementos de la cultura del país centroamericano, como los Sones de toros, las marimbas, y otras expresiones del folclore nacional.
Asimismo, la Misa campesina se valió de la renovación que significó para la Iglesia el Concilio Vaticano II y la Conferencia de Obispos Latinoamericanos de Medellín en 1968, de la que surgió una opción preferencial por los pobres con el fin de mostrar una espiritualidad encarnada en las vivencias de los pueblos del continente, los que, en ese momento, eran subyugados por dictaduras militares, como la nicaragüense.
En 1979, la Conferencia Episcopal Española (CEE) le otorgó a Carlos Mejía Godoy el premio ¡Bravo! por haber compuesto la Misa campesina.
En el mismo año, varios artistas españoles de fama internacional, como Elsa Baeza, Miguel Bosé, Ana Belén y el dúo Sergio y Estíbaliz, grabaron la Misa campesina en versión pop, la que acaparó las listas de ventas en España y consolidó a Mejía Godoy como compositor y cantante.
Del mismo modo, la Misa campesina fue un aliciente para varias comunidades católicas que suscribían la opción preferencial por los pobres. Muchos de sus cantos aún se pueden apreciar en cancioneros de misa de países tan lejanos, como Chile, México, Perú o España.
Sin embargo, la jerarquía católica nunca aprobó la Misa Campesina en Nicaragua. En 1976, el obispo de León y presidente del Episcopado, Miguel Salazar, prohibió sus cantos por considerarla «no apta» para la liturgia de la misa.
A pesar de esta situación, todas las composiciones musicales de Mejía Godoy fueron tomadas para apoyar la liberación de Nicaragua. En esa época, la Iglesia católica logró que la población se organizara y estuviera a favor del derrocamiento de la dictadura de Anastasio Somoza Debayle.
Tras el triunfo de la Revolución en 1979, la Misa campesina empezó a cantarse en las parroquias sin la venia oficial del Episcopado.
Durante la época de mayor conflicto entre la Iglesia y el gobierno revolucionario, el entonces arzobispo Miguel Obando, férreo opositor de la Revolución y del sector más progresista de la Iglesia que apoyaba el proceso, prohibió cantar la Misa campesina, que fue ratificada en 1989 por la Congregación del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos de la Santa Sede bajo el pontificado conservador de Juan Pablo II (1978-2005).
A pesar de la prohibición canónica, en algunas parroquias y capillas administradas por religiosos —cuyo pensamiento es más moderno que el del clero diocesano—, se sigue entonando la Misa campesina.
En 2015, en un reportaje de la periodista Mónica García titulado «La misa prohibida», el sacerdote Julio Arana, vicario de Justicia de la Arquidiócesis de Managua, aseguró que la Misa campesina nunca fue prohibida de manera taxativa por la jerarquía católica nicaragüense. «Algunas personas querían que se cantara la Misa campesina todos los domingos en todas las misas», señaló el cura.
El sacerdote diocesano, muy cercano al arzobispo Leopoldo Brenes, explicó que, inicialmente, se permitió cantar la Misa campesina «como una cuestión folclórica».
«… pero hay que entender que los cantos de la misa de Carlos Mejía Godoy respondieron a una realidad propia de la época, una situación política específica y en el marco de la Teología de la Liberación. Pero, la Iglesia jamás ha prohibido que se cante la Misa campesina. No existe documento alguno que la haya prohibido de forma expresa», afirmó el padre Arana.
En 2015, el cantante Luis Enrique Mejía Godoy —hermano de Carlos Mejía Godoy— le entregó al papa Francisco en Roma un disco de la Misa campesina con el propósito de que el principal líder del catolicismo levantara la prohibición eclesiástica contra esta composición musical.
Con información de Israel González Espinoza[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]