[vc_row][vc_column][vc_column_text]La Asamblea Nacional aprobó en diciembre de 2017 un préstamo de 65 millones dólares, que fue otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para fortalecer el sistema eléctrico; no obstante, tiene condicionantes que afectarían el bolsillo de los nicaragüenses a partir de 2018, ya que impone la reducción de subsidios y un aumento del cobro por ajustes periódicos de la tarifa energética con base en las variaciones del costo de la generación de energía.
Además, en la aprobación del préstamo, no se aclara quiénes asumirán los más de 70 millones de dólares en concepto de títulos de deudas. Para el economista Adolfo Acevedo, financieramente, esas deudas solo podrían ser saldadas con base en los ingresos provenientes de la tarifa; por tanto, «los consumidores tendrán que pagar esa deuda».
Desde julio de 2005, más del 80 % de los nicaragüenses que consumen menos de 150 kw/hr al mes se han beneficiado de una tarifa congelada, según el Banco Central de Nicaragua (BCN) en el estudio «El Efecto del Subsidio en la Tarifa de Energía». Uno de los mecanismos que se utilizaron en ese momento para aplicar esos descuentos en los pagos de los clientes fue a través de la Ley de Estabilidad Energética, que, en el artículo 4, establecía un «subsidio tarifario para todos los clientes domiciliares que consumieran menos de 150 kw/hr al mes y […] los incrementos que suscitaran después no se les aplicarían».
Sin embargo, los condicionantes aprobados en el préstamo del BID refieren que, en principio, se deben realizar ajustes periódicos en la tarifa de la energía para actualizar los costos de abastecimiento, transmisión y distribución, con lo que buscan compensar el 100 % de dichos costos. Según Acevedo, la medida que se asumirá a partir de este año significará un aumento en el pago de los consumidores porque «si aumenta la tarifa en un 10%, lo que van a pagar todos los consumidores, sin excepción, es ese 10 % más».
Pero los clientes no solo deben prepararse para el aumento de la tarifa de la energía, que ya no estará congelada, sino que, también, deben estar claros de que el subsidio al sector domiciliar que consumía menos de 150 kw/hr disminuirá, debido a que, paulatinamente, se calculará como un porcentaje de los diferentes cargos que integran la factura.
Actualmente, las facturas incluyen tres cargos: por energía, por comercialización y por alumbrado público, pero, a partir de 2018, se añadirá el Importe del Valor Agregado (IVA).
Estas medidas se aplicaran a partir de 2021 para los consumidores de menos de 100 kw/h al mes, a quienes se les irá reduciendo el subsidio desde el 45 % hasta el 25 %.
De acuerdo con Acevedo, esos tres ejes de acción, que impactarán directamente a los consumidores, dejan en «aleluya» a los nicaragüenses porque son precios que variarán con respecto al precio del petróleo, a los gastos de producción, a las deducciones para el pago de la deuda del préstamo, a la reducción de los subsidios; por ende, los clientes quedan en la incertidumbre hasta que llegue a sus hogares la factura del mes con todos los aumentos que variarán gradualmente.
Algunos usuarios del servicio de energía, al ser consultados en la página de Facebook de Artículo 66, expresaron su descontento por tener que asumir esos costos a partir del 2018.
Douglas Latino aseveró que la gestión de Daniel Ortega está haciendo que el país «retroceda a la edad de piedra».
De igual manera, Eneida Membreño aseguró que, desde ya, las facturas están elevadas, puesto que la factura de diciembre le «salió altísima».[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]