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El domingo 12 de noviembre de 2017 se registró un enfrentamiento entre el Ejército de Nicaragua y un “grupo delincuencial” en la comunidad San Pablo del municipio de la Cruz de Rio Grande, en el Caribe Sur.
En el tiroteo resultaron muertos Rafael Pérez Dávila, alias “comandante Colocho”, presunto rearmado contra el Gobierno de Daniel Ortega. También, murieron en el lugar cinco personas aún sin identificar: dos mujeres, dos adolescentes y un segundo hombre. En el tiroteo participó el Sexto Comando Militar Regional (SCMR).
En fotografías tomadas por pobladores de la zona, se aprecia que los varones tenían signos de tortura, quemaduras, y uno de los ejecutados tenía un brazo cercenado. Todos fueron sepultados en una fosa común.
Los estaban siguiendo
Según pobladores, el enfrentamiento comenzó cerca de las cinco de la mañana. El supuesto grupo delincuencial fue interceptado cuando salía de una fiesta. Los testigos aseguraron que, 24 horas antes del ataque, ya había presencia militar en ese sitio montañoso. La versión oficial indica que el “grupo delincuencial” se dedicaba al robo, abigeato, asesinatos y violaciones, y que había recibido varias denuncias de productores de la zona.
Después del enfrentamiento, se recuperaron cuatro fusiles AK47, dos escopetas 12, municiones y 20 libras de marihuana, detalló el reporte militar.
El sucesor del “comandante Invisible”
Rafael Pérez Dávila, alias “comandante Colocho”, habría tomado el liderazgo de un grupo de hombres armados que estaban bajo las órdenes de Enrique Aguinaga, conocido como “comandante Invisible”, quien fue ejecutado el 30 de abril de 2016 en la comarca Wanawas, a 22 kilómetros al norte de Río Blanco, Matagalpa.
En 2016, el grupo armado de Rafael Pérez ya se había enfrentado con el Ejército en la zona de Prinzapolka, Caribe Norte.
Pero este caso no es el único. Desde 2011, se han registrado en el país más de 20 enfrentamientos entre tropas combinadas de la Policía Nacional y el Ejército con supuestos rearmados, catalogados como delincuentes por las autoridades. Nombres como José Gabriel Gardenia, “Jahob”; Santos Guadalupe Joyas Borges, “Pablo Negro”; y Joaquín Torrez Díaz, “Cascabel”, encabezan la lista de asesinados a manos del Ejército en diferentes partes de Nicaragua.
¿Por qué los matan?
Artículo 66 conversó con la comandante guerrillera Dora María Téllez, quien se mostró sumamente preocupada por las características recurrentes de estas muertes. “Estoy preocupada porque yo nunca he visto un capturado, ni siquiera herido. Da igual si es un delincuente o un rearmado. Tienen que ser capturados y puestos a orden de un juez”, aseguró Téllez.
“El problema es que fueron dos mujeres, dos adolescentes, un hombre y un vecino, y eso francamente no parece una banda delincuencial. Para mí las explicaciones del Ejército me parecen insuficientes cuando hay este tipo de operativos”, añadió la excombatiente, quien exige transparencia en los reportes oficiales.
fueron dos mujeres, dos adolescentes, un hombre y un vecino,y eso francamente no parece una banda delincuencial
Hugo Torres: “Hay mucha oscuridad tras estos casos”
Para el general en retiro Hugo Torres, también, es llamativo que todos estos enfrentamientos terminen en muertes. “No se ha abierto una investigación por parte de la Policía y la Fiscalía. No se ha abierto un proceso para llegar a la conclusión de que se estaba en presencia de una banda delincuencial. Lo que vemos nosotros es que era una familia, prácticamente, la exterminada. Si a eso le sumamos las señales de quemaduras, de desmembramiento más llama la atención todavía”, expresó el exmilitar sandinista.
lo que vemos nosotros es que era una familia, prácticamente, la exterminada. si a eso le sumamos las señales de quemaduras. de desmembramiento más llama la atención todavía
“No sabemos si por parte del Ejército hay algún herido, algún muerto. Esa forma de operar típica de un régimen dictatorial llama a la especulación, a todo tipo de conjeturas, a todo tipo de dudas sobre si realmente estamos en presencia de una acción delincuencial. ¿Por qué no se les capturó? ¿Por qué se les exterminó?”, se preguntó el general Torres.
“Reconocer que son grupos de rearmados por motivaciones políticas es darle carácter de fuerza beligerante. Eso no lo va a hacer el régimen nunca porque eso significaría que el régimen tendría la opción de buscar una salida política a conflictos de esta naturaleza, entonces, los seguirá tildando de delincuentes para poder justificar la acción de facto, la acción policial, la acción militar violenta contra estos grupos”, explicó Torres.
*Fragmento de la entrevista del general Hugo Torres
Tanto la comandante Dora María Téllez como el general Hugo Torres coincidieron en que la dictadura de Somoza actuaba de la misma manera, asesinando de forma selectiva a sujetos armados con fines políticos y tildándolos de bandoleros y delincuentes como hicieron con el mismo Augusto C. Sandino.
No son hechos de violencia aislados
Para el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), estos enfrentamientos entre el Ejército, Policía Nacional y civiles armados son una práctica reiterada y que viola los derechos humanos. Según el CENIDH aun siendo delincuentes comunes las formas en las que se les está combatiendo no es la correcta.
Gonzalo Carrión, defensor de derechos humanos, expresó que “el entierro de las víctimas en una fosa común es un acto inhumano que recuerda los peores tiempos. Los entierran al montón como si no fueran personas que tienen familia. Es una violación que ni en tiempos de guerra es legal”.
el entierro de las víctimas en una fosa común es un acto inhumano que recuerda los peores tiempos
“Si el Gobierno acepta que son armados políticos, sería aceptar que en Nicaragua la gente, al no encontrar soluciones pacíficas, se está alzando en armas. Esto provocado por el mismo Gobierno, y tendrían que reconocer que hay persecuciones políticas”, remarcó el defensor de derechos humanos.
Iglesia insta al diálogo
Monseñor Juan Abelardo Mata, durante una conferencia de prensa este 15 de noviembre, recordó que el tema de los rearmados ha sido mencionado por el episcopado nicaragüense desde el inicio.
“Yo recuerdo cuando comenzaron los grupos armados en las montañas y nos dolía ver caer a campesinos, y pedimos al Gobierno que escuchara la voz de esa gente, sus razones para haberse armado igual que al movimiento campesino. Que escuche a la gente, que no es con antimotines que se solucionan los problemas, si no buscando los diálogos (…) Si tocamos temas tan cruciales como estos no es que estamos avalando ninguna violencia y poniéndonos en contra de ningún gobierno, es todo lo contrario, damos nuestro aporte como pastores para que el Gobierno mejore”, declaró el prelado.
Yo recuerdo cuando comenzaron los grupos armados en las montañas y nos dolía ver caer a campesinos, y pedimos al Gobierno que escuchara la voz de esa gente, sus razones para haberse armado
Artículo 66 intentó reiteradas veces comunicarse con el coronel Manuel Guevara, jefe de Relaciones Públicas del Ejército de Nicaragua, pero este no contestó las llamadas telefónicas.
*Recuento de los enfrentamientos y muerte
Entre el 2011 y 2017, se han registrado 20 enfrentamientos entre el Ejército y la Policía Nacional contra supuestos delincuentes, con un saldo 51 muertes (42 rearmados, 7 miembros de la Policía y del Ejército y 2 civiles —entre ellos, una adolescente de 14 años—).
La mayoría de las muertes presentan características similares. Muchos de los ejecutados fueron miembros de la contra y de partidos políticos. La mayoría se había declarado en contra del Gobierno de Daniel Ortega. Muchos tenían señales de tortura; las muertes quedaron en la impunidad, tanto el Ejército como la Policía no investigaron los casos. Todos fueron catalogados como delincuentes y, antes de ser aniquilados, se habían declarado en armas. La doctora Vilma Núñez, presidenta del Cenidh, califica los ataques como “ejecuciones selectivas”.
Los han visto en Ayapal, Cuscawás, Waslala, Wiwilí, Pantasma y La Cruz del Río Grande.
14 de febrero 2011
José Gabriel Garmendia, “Jahob”. Asesinado en la comunidad de Santa Teresa de Kilambé, municipio de El Cuá, a unos 145 kilómetros al norte de Jinotega. En 2010, Garmendia se había opuesto a la reelección de Daniel Ortega y se alzó en armas. Los mandos de la Policía y del Ejército negaron su participación en el crimen, pero los organismos de derechos humanos dijeron que el excontra no murió por casualidad, sino que “fue una acción dirigida y ejecutada por encargo, por un grupo de poder o por una acción de inteligencia”.
6 de enero 2012
Santos Guadalupe Joyas Borges, “Pablo Negro”. Asesinado en Honduras, encontrado con señales de tortura. El crimen fue catalogado como una conspiración militar según la “Coordinadora Guerrillera Nicaragüense”, un grupo de supuestos guerrilleros con presencia en redes sociales.
15 de abril 2013
Joaquín Torrez Díaz, “Cascabel”. En un video publicado por un sitio web llamado Radio Pueblo Unido, “Cascabel” declara: “Nos levantamos en armas contra este gobierno porque ha violado la Constitución de nuestra República y nos ha quitado todos nuestros derechos a elegir”. El supuesto alzado, además, denunció la falta de entrega de cédulas y la reelección del presidente Daniel Ortega, que en el 2011 estaba prohibida por el artículo 147 de la Constitución. Torrez Dìaz fue asesinado días después en una operación militar del Ejército de Nicaragua.
9 de octubre 2013
Yairon Elías Díaz Pastrán y Santos Ernesto Irías Calderón. Ejecutados durante un ataque del Ejército en la comunidad Anisales, Santa María de Pantasma, Jinotega.
4 de diciembre de 2013
Enfrentamiento entre un grupo de rearmados con una patrulla combinada del Ejército y la Policía. El exvocero policial Fernando Borge confirmó la muerte de seis rearmados de identidades desconocidas y cuatro policías (el suboficial Marvin Alexander Vilchez Ponce; los policías voluntarios Juan Diego Chavarría, Jorge Alberto Vásquez Rizo y Alexis López). Igualmente, la Policía informó que en el enfrentamiento resultó herido de balas el suboficial mayor Dennis Rodríguez Castro. También, fue detenido Marlon Guevara, miembro de la célula de rebeldes.
22 de diciembre de 2013
Alberto Midence, conocido como “Emmanuel” y “Flaco Midence”. Asesinado a balazos en una calle del Paraíso, Honduras. Fue perseguido durante varios meses y se había declarado alzado por razones políticas.
12 de junio 2014
Saturnino Lira, “Comandante Naval”. Murió en un enfrentamiento armado con el Ejército en La Cruz del Río Grande, Confirmó a La Prensa el vocero del Ejército, coronel Manuel Guevara. El reporte indica que en el enfrentamiento murieron a balazos dos soldados del Ejército y una adolescente civil, de 14 años.
8 de septiembre 2014
Julio Cesar Gutiérrez García, “Triple H”. Muere abatido por una tropa combinada entre el Ejército y la Policía Nacional en Nueva Segovia. La familia denunció que los funerales se realizaron bajo vigilancia de equipos de inteligencia del Ejército.
20 de enero 2015
Mochila bomba explota en Pantasma (Jinotega). Mueren Víctor Manuel Cruz Lira Sereno y un hombre desconocido. El productor Modesto Duarte fue torturado y asesinado. Sus familiares acusan al Ejército.
20 de agosto 2015
Francisco Reyes Méndez, “Cinco Pinos”. Muerto en enfrentamiento con la Policía Nacional en Jinotega. En ese operativo también fue torturado y asesinado Pablo Díaz.
28 de marzo 2016
Seis rearmados aniquilados y dos militares heridos. Ejercito informa mediante nota de prensa de un enfrentamiento en el Cerro Sibiwas, a 25 kilómetros al noreste de Ayapal, departamento de Jinotega. “Unidades del sexto comando militar regional, patrullando en sector montañoso de Ayapal, Jinotega. Se enfrentan a rearmados, 6 muertos de identidad desconocida, y 2 militares heridos. Se decomisaron 2 escopetas, municiones y marihuana”.
18 de abril 2016
Andrés Cerrato (campesino) asesinado en Ayapal, Jinotega. Un mes antes había denunciado a través de una entrevista con el diario La Prensa acoso por parte del Ejército. Era militante del PLI y excontra, fue secuestrado la madrugada del lunes 18 de abril y horas después apareció muerto.
30 de abril 2016
Enrique Aguinaga “Comandante Invisible”. Muerto en un enfrentamiento con el Ejército en Rio Blanco, Matagalpa. Aguinaga fue acusado de asesinar en 2011 a Ronald Martínez Herrera secretario Político del FSLN de Coperna, Siuna. Dos meses antes de su muerte Aguinaga aseguraba que habían más de 45 grupos de rearmados en las montañas de Nicaragua.
6 de noviembre 2016
José Nahúm Mendoza Arriola, Margarito Mendoza Sevilla, Armando López. Muertos en Ciudad Antigua, Nueva Segovia, durante las votaciones presidenciales y legislativas de 2016. Policía Nacional dijo que fueron narcotraficantes hondureños los culpables de sus muertes, pero familiares acusan a las autoridades de los asesinatos y torturas.
7 de marzo 2017
Saúl Palacios, hijo del rearmado Santiago Palacios. En el hecho también murió el ferretero Bismarck Duarte. Se registró un enfrentamiento entre el grupo de Palacios y una patrulla del Ejército en la Microrregión de Ayapal, San José de Bocay, Jinotega. Resultaron además cuatro heridos, tres de ellos miembros del Ejército, el teniente Carlos Mendiola y los soldados Jhony Téllez y Arnulfo López. Además fue lesionado el ciudadano Santos Centeno Pérez.
9 de marzo 2017
Muere el Capitán Manuel Javier Gutiérrez Zeledón. El militar murió en un enfrentamiento cuando daban persecución a “elementos narcotraficantes” que trataban de establecer un punto para actividades delictivas, en la comarca Pijibaye, Punta Gorda, Caribe Sur, según explicó el Ejército.
20 de marzo 2017
Santiago Palacios Sevilla, apodado “Waina”. Murió en un intercambio de disparos contra soldados del Ejército en el Cerro Babá de Ayapal, Jinotega. Dixon Cordero y Orlando Palacios Navarrete (rearmados) fueron heridos y continúan prófugos.
20 de julio 2017
Arnoldo Antonio Chávez Góngora, 51 años, fue miembro de la Resistencia Nicaragüense, muerto a manos del Ejército en enfrentamiento en Punta Gorda, Caribe Sur. En el mismo enfrentamiento murió un compañero de Chávez, a quien solo identificaron como “Juan”.
17 de septiembre 2017
Tres personas fallecidas en Siuna, Enfrentamiento entre un Batallón Ecológico del Ejercito y una supuesta banda delincuencial. Se incautaron dos fusiles AK, cuatro cargadores, 186 cartuchos, un rifle 22 y medios de montaña, dos hamacas, tres mochilas y un paquete de marihuana. Versiones extraoficiales informaron a La Prensa que el grupo era liderado por el comandante “Colocho”, remanente de Enrique Aguinaga (Comandante Invisible).
12 de noviembre 2017
Rafael Pérez Dávila, alias “comandante Colocho” muerto junto a cinco personas sin identificar, dos mujeres, dos adolescentes, y un segundo hombre. Murieron en enfrentamiento contra soldados del Sexto Comando Militar Regional (SCMR) el pasado domingo en La Cruz de Río Grande, Región Autónoma de la Costa Caribe Sur. En fotografías tomadas por pobladores de la zona se aprecia que los varones tenían signos de tortura, quemaduras, y uno de los ejecutados tenía un brazo cercenado. Fueron sepultados en el mismo lugar en una fosa común.
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