La líder campesina Francisca Ramírez regresó a Nicaragua después de permanecer cinco días en Dublín, Irlanda, donde se reunió con defensores de derechos humanos de distintos países en varios encuentros organizados por Front Line Defenders.
Ramírez calificó de exitoso su periplo por el país europeo, donde denunció la represión gubernamental que ha sufrido el movimiento campesino en los últimos cuatro años. “Fue muy exitoso (y regreso) muy motivada a la lucha”, declaró doña Chica.
En el evento, también, participaron funcionarios de las Naciones Unidas y de la Unión Europea, quienes se enteraron de la violencia que ha ejercido el Gobierno durante las protestas de los campesinos que defienden sus tierras, señaló Ramírez.
“Todos los campesinos ahora podemos seguir luchando con más fuerza porque ya tenemos un gran respaldo internacional. Ya no estamos solos”, afirmó la dirigente anticanal al regresar de su viaje.
Esta mujer que ha desafiado en las calles al régimen de Daniel Ortega dijo que varios defensores de derechos humanos de diversos países le pidieron sus contactos y referencias de sitios en internet para indagar sobre las represiones a las que está expuesto el movimiento anticanal.
Las pruebas de la represión
“Doña Chica”, como la conocen las bases del movimiento campesino en las comunidades, explicó que, con sus intervenciones en los foros y reuniones, logró probar “que, en Nicaragua, se violan los derechos humanos y que no hay libertad de expresión ni libertad de movilizarnos”.
“Les mostramos las fotos de que aquí estamos limitados a no poder protestar ni manifestarnos… Quedó claro de que aquí nos violan los derechos y que, mientras en el resto de países del mundo los Estados están para resguardar los derechos humanos, aquí es el Estado el que nos reprime y nos viola los derechos”, lamentó la dirigente social.
“Sentí ganas de llorar”
Asimismo, Ramírez narró que frente a los defensores de derechos humanos se le quebró la voz y sintió ganas de llorar.
“Cuando el ministro de ese país habló en su intervención (sobre) los derechos que tenemos como ciudadanos en cualquier parte del mundo y que los Estados están para velar por esos derechos, me lastimó, me dolió porque yo iba a hablar al contrario, que aquí, más bien, es el Estado de Nicaragua el que nos ha violado los derechos”, aseveró doña Chica.
De igual forma, Francisca Ramírez asegura que se sintió triste porque el Estado de Nicaragua, en vez de velar por los derechos del pueblo, “ha dejado a campesinos tirados (heridos de bala) en las carreteras, derramando sangre, y a campesinos sin ojos, jóvenes sin brazos… (los) ha mandado a reprimir”.
Por último, Ramírez reiteró que el movimiento campesino anticanal mantiene su carácter apartidista, cívico y pacífico. Insistió en que continuará defendiendo la tierra, el lago y la soberanía nacional sin importar las agresiones, las campañas difamatorias y las amenazas que pueda lanzar el Gobierno.