La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ordenó el cierre del Canal RB3 en Río Blanco, municipio de Matagalpa, en medio de la ola represiva contra la Iglesia católica en Nicaragua. Ayer, primero de agosto, el Instituto de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) cerró seis radios religiosas que eran administradas por la Diócesis de Matagalpa, donde el obispo es monseñor Rolando Álvarez, uno de los más críticos del régimen nicaragüense.
El periodista David Mendoza, propietario del medio de comunicación de corte independiente, fue quien anunció a la teleaudiencia que el Instituto de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) envió una carta donde anunciaba la decisión de retirar la señal del Canal RB3 de la grilla de televisión por cable del municipio.
«Hoy 2 de agosto de 2022 han informado a la empresa de cable que saque de la grilla de programación del canal RB3, El canal de la zona láctea y nosotros vamos a seguir a través de las redes sociales informándoles. Ha sido un canal lleno de historias,18 años informando en la ciudad de Río Blanco y siempre vamos a seguir con ustedes», afirmó Mendoza.
«Ha sido muy difícil el camino, para mí no ha sido nada fácil. Desde niño hemos sufrido muchísimo. Dios primero pronto Nicaragua será democrática, (con) libre expresión. Es un país que ha vivido muy sometido y esperamos en Dios que pronto haga un milagro para nuestro pueblo», añadió.
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Según la comunicación firmada por Carolina Delgado Castellón, subdirectora general de Telcor, a Yessenia López Vanegas, gerente administrativa de Cablevisión Río Blanco; el Canal RB3 «no cuenta con autorización de este ente regulador para operar como un canal de contenido local».
«En virtud de lo antes expresado, le solicitó que, una vez recibido esta comunicación dicho canal sea retirado de la grilla de canales autorizados por Telcor a su empresa Cablevisión», señala la carta enviada a la cablera.
Rechazó aliarse con el FSLN
Mendoza indicó que hace aproximadamente un mes un «colega periodista» lo llamó por teléfono para recomendarle que se «aliara» con el partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), partido de gobierno, pero él le contestó que no se haría aliado de ningún partido político, que era periodista.
«Soy periodista y yo me preparé para ser periodista no para aliarme a ningún partido político de Nicaragua. Me quedé asombrado de este colega al decirme que buscara a los sandinistas, que me aliara con ellos. Mi trabajo ha sido permanentemente trabajar con la gente, sacar todo tipo de noticias. En este medio de comunicación siempre le di la oportunidad a sandinistas y a no sandinistas», afirmó.
«Desde que empezamos este medio de comunicación secretarios políticos, algunos funcionarios del gobierno empezaron el ataque, no desde ahora; si no desde siempre. Vieron el potencial que Dios tenía preparado para mí y llegamos lejos. Siempre le pedí a Dios que me tuviera en buenas lugares y nunca pensé que me llevaría tan viejos», añadió.
Persecución contra la prensa independiente
A finales de julio, el diario La Prensa informó que periodistas, fotógrafos, editores y otros trabajadores del medio tuvieron que salir de Nicaragua de forma clandestina tras una escalada represiva del régimen contra todos sus colaboradores que desencadenó arrestos, allanamientos, amenazas y asedio policial.
La intensificación de la represión estatal contra los colaboradores del medio incluyó el arresto de dos conductores del medio de comunicación el pasado seis de julio; están detenidos y no se conoce su paradero ni los posibles cargos en su contra. Tras esos sucesos, otros trabajadores tuvieron que huir a tiempo y resguardarse mientras sus casas eran allanadas y revisadas por la Policía de la dictadura Ortega-Murillo.
Según datos de organizaciones que defienden la libertad de prensa y expresión más de 140 periodistas independientes han abandonado Nicaragua ante la escalada represiva del régimen contra los medios de comunicación que no están bajo su administración.