La Unión Democrática Renovadora (Unamos antes MRS) denunció que el régimen de Nicaragua continúa con su política de aislamiento e incomunicación contra los presos políticos detenidos en el Complejo Policial Evaristo Vásquez, mejor conocido como el «nuevo Chipote».
«Hemos visto en las últimas semanas cómo la dictadura de los Ortega Murillo sigue utilizando políticas de aislamiento e incomunicación de todas las personas que se encuentran en El Chipote, violentando todos los derechos humanos», dijo Luis Blandón, vocero de Unamos, en un vídeo publicado en Twitter.
La agrupación política manifestó que le preocupa la salud de los reos de conciencia que padecen de enfermades crónicas, como la activista Violeta Granera, el disidente sandinista Víctor Hugo Tinoco y el exdiputado José Pallais. «Exigimos que sean revisados por un médico que garantice que se encuentran en buen estado de salud», insistió.
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Destacó que «vamos a seguir alzando la voz hasta lograr la libertad absoluta e incondicional de todas las personas que injustamente son rehenes de la dictadura de Ortega Murillo. Vamos a seguir luchando, en esta lucha llena de resistencia, pero también de compromiso hasta lograr un país con democracia, justicia y libertad».
Este viernes, 13 de mayo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH demandó a la administración de Daniel Ortega «garantizar la comunicación» entre los presos políticos y sus familiares. Señaló que los hijos de los rehenes de la dictadura necesitan del contacto de sus padres para satisfacer «sus necesidades emocionales, de bienestar, seguridad, y para el desarrollo de su identidad».
Al cierre de abril, según el más reciente informe del Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Política, la dictadura de Daniel Ortega mantiene a 182 opositores confinados en las diferentes cárceles de Nicaragua.