El exjefe de la Policía de Nicaragua, Edwin Cordero Ardila, falleció a sus 70 años en el Hospital Carlos Roberto Huembes, lugar donde se encontraba internado desde el domingo, 16 de enero, por «neumonía», según los reportes de los medios oficialistas.
Cordero Ardila fue jefe de la policía en el 2001 y se mantuvo en el cargo hasta el 2006, durante la administración de Enrique Bolaños. Luego de su retiro, Cordero fue sustituido por la comisionada Aminta Granera Sacasa, quien estuvo en el cargo desde 2006 hasta el año 2018.
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Cordero luego mantuvo un perfil bajo. Se retiró bajo escándalo por revelar situaciones dentro de la ahora sancionada Policía reconociendo que en la institución existían «casos de corrupción». La última vez que el exfuncionario apareció ante el público fue en 2019, durante el acto de entrega del 40 aniversario de fundación de la institución de seguridad pública.
«Me siento honrado y halagado de tener esta Policía. Esta fue la institución que soñó el comandante Tomás Borge y todos los que hemos formado parte de ella. Han respondido a los intereses del pueblo y eso nos llena de orgullo», dijo Cordero durante el acto en el que le fue entregada una medalla de reconocimiento.
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Según la información de medios oficialistas «la Policía Nacional estará preparando un homenaje póstumo con todos los honores». Además, se espera que participe el actual director, el sancionado primer comisionado de la Policía Francisco Díaz y otros mandos policiales; como los comisionados generales, Jaime Vanegas, Adolfo Marenco, Aldo Sáenz, Ramón Avellán, así como miembros del consejo nacional.
Durante el tiempo que Cordero estuvo al frente de la Institución se dedicó a «combatir» el narcotráfico y el crimen organizada. Causó controversia al afirmar ante medios de comunicación que la Policía pagaba a sus informantes con parte de las sustancias incautadas.