Un soldado del Ejército de Nicaragua, identificado como Alfer Ávila Velásquez, fue asesinado durante un operativo antidrogas en el sector del río Waspuk, en el municipio de Waspam, Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN), según informaron fuentes oficiales y comunitarias.
De acuerdo con el comunicado emitido por el Ejército, las tropas del Destacamento Militar Norte localizaron un plantío de más de dos mil plantas de marihuana y alrededor de 50 libras de semillas, en una zona situada a 11 kilómetros al sureste del puesto militar fronterizo de Waspuk Tâ. Según la versión castrense, los presuntos narcotraficantes que custodiaban la plantación abrieron fuego contra los soldados, desatando un intercambio de disparos en el que resultó asesinado el soldado Ávila Velásquez. Los atacantes lograron darse a la fuga.
En el lugar, las fuerzas militares incautaron un rifle calibre .22, un cargador, municiones de varios calibres y dos uniformes de color verde olivo. El Ejército indicó que mantiene rastreos en la zona para dar con los responsables, dice el comunicado militar.
Indígenas desmienten la versión oficial y señalan a colonos invasores
Sin embargo, comunidades indígenas de la región, a través de fuentes consultadas por la Revista Indígena Centroamericana Prâhaku, aseguran que los autores del crimen no fueron narcotraficantes, sino colonos invasores que mantienen ocupaciones ilegales en territorios indígenas y que han establecido cultivos de marihuana en las tierras usurpadas.

De acuerdo con testimonios de habitantes locales, los atacantes formaban parte de grupos armados de colonos que desplazan a las comunidades originarias para instalar actividades ilícitas, como la siembra de droga.
Una fuente comunitaria expresó a Prâhaku que existe profunda indignación entre los pobladores, no sólo por el asesinato del soldado, sino porque el comunicado del Ejército omite señalar que los responsables son colonos invasores. Esta omisión —advirtieron— puede dar lugar a que se interprete falsamente que los autores del crimen fueron indígenas, cuando en realidad fueron colonos armados.
El soldado asesinado era indígena miskitu
El soldado asesinado, Alfer Ávila Velásquez, era originario de la comunidad indígena de Wiwinak, perteneciente al territorio de Li Lamni. Su muerte ha generado dolor entre las comunidades, que reclaman que jóvenes indígenas sean enviados a operativos en zonas invadidas sin que se reconozca la verdadera dimensión del conflicto territorial.

Desde hace más de una década, las comunidades indígenas de la Costa Caribe enfrentan una creciente ola de violencia y despojo territorial impulsada por colonos no indígenas. Organizaciones de derechos humanos registran más de 80 indígenas asesinados en los últimos años, sin que exista una respuesta efectiva del Estado.
A esto se suman denuncias de desplazamientos forzados, amenazas constantes y una política de imposición de autoridades comunales afines al oficialismo, quienes —según las comunidades— legitiman la presencia de los invasores.
Mientras los reclamos por justicia siguen siendo ignorados, los pueblos indígenas continúan resistiendo el despojo de sus territorios ancestrales en medio de amenazas y violencia armada.