¿Qué está causando la muerte repentina de jóvenes nicaragüenses en Estados Unidos? Expertos en salud mental consultados para este tema, asocian esas muertes a la ansiedad y estrés que viven los jóvenes migrantes.
En los últimos meses, se han registrado al menos cuatro muertes repentinas de jóvenes nicaragüenses que llegaron de forma irregular a Estados Unidos. El último caso, es el de Ronald Javier Jiménez, de 36 años, cuyo cuerpo fue encontrado sin signos vitales el pasado viernes, 4 de agosto, en la habitación que rentaba en el estado de Wisconsin, Estados Unidos.
Se conoció que el joven nicaragüense, originario del municipio de Jalapa, Nueva Segovia, llegó hace un año a Estados Unidos, con la esperanza de alcanzar el llamado «sueño americano» para mejorar su vida y la de su familia. «No se explica cómo este muchacho con toda una vida por delante de pronto aparezca muerto en su cuarto donde vivía en Estados Unidos. No sabemos qué le ocurrió», lamentó un amigo que lo conocía.
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Según familiares del fallecido, el joven segoviano trabajaba durante el día, en una lavandería y por la noche, en un restaurante y que fueron sus compañeros de trabajo, quiénes lo encontraron en su habitación ya sin vida.
Ansiedad y estrés, las causas
Para una psicóloga, el aumento en las muertes de jóvenes cumplen con un patrón; sufren de ansiedad, depresión, estrés, por la migración forzada, mala alimentación, el abuso de consumo de bebidas energizantes combinadas con fármacos para mantenerse despierto y activo para soportar las extensas jornadas laborales.
«Eso podría estar causando la muerte repentina en la población nicaragüense, que ha llegado de forma irregular en los últimos años a Estados Unidos», explica la especialista. «No podemos asegurar que alguna sustancia o alguna patología emocional, mental o social, han causado la muerte de estos jóvenes, lo importante es conocer algunas posibles causas, aunque sabemos que el trastorno por crisis de angustia causa ansiedad que se presenta con palpitaciones, sensación de ahogo, inestabilidad, temblores o miedo a morirse cuando te sientes solo y abandonado», manifestó Carla Vanegas, una trabajadora social que trata a jóvenes nicaragüense en el exilio.
Recordó que muchos jóvenes sufren trauma por la situación que vivieron en su país, del que se vieron obligados a salir de manera involuntaria y no pueden regresar.
«Son jóvenes que vivieron momentos difíciles porque los buscaban para encarcelarlos, un día salieron sin nada, dispuestos a buscar un lugar donde tener un mejor futuro, sumado con todo lo que vivieron en el trayecto para llegar con vida hasta Estados Unidos, donde tienen que trabajar duro para sobrevivir», añadió Vanegas.
Además recomendó no abusar de fármacos con bebidas energizantes. La especialista recomendó estar pendiente de las temperaturas en los lugares de trabajo también. «Hay que ver que cada caso es diferente, hay que ver qué dicen los forenses de cada muerte, pero hay cosas básicas como estas para cuidar la salud», dijo.
Luto en las familias
Otro caso en esta lista de luto, es el de Yeril Josué Escalante Lira, de 23 años. Supuestamente, a Escalante Lira lo sorprendido también un paro cardíaco el pasado 28 de julio, en su habitación, en el estado de Washington. El cuerpo del nicaragüense, originario de la comunidad de Tazajera, en el municipio de Quilalí, departamento de Nueva Segovia, aún está en proceso de repatriación. Aún no se conoce el informe oficial de los forenses.
En el caso de Jiménez, era originario de la comunidad de Campo Hermoso, municipio de Jalapa, departamento de Nueva Segovia. Su madre, Griselda María Cruz Jiménez, y su esposa, Katherine Blandón, están solicitando la colaboración del pueblo nicaragüense para recaudar fondos y poder repatriar el cuerpo del compatriota.
Si desea ayudar con la familia de Jiménez, pueden contactar a Escarleth Vanessa Espinoza Jiménez, al número de teléfono +505 585-90114.
Por: Voces Unidas.