«He pedido a monseñor (Silvio) Báez, con el permiso debido del obispo ordinario de la Diócesis de Pensacola-Tallahassee que me ordenara por la imposición de manos y oración consecratoria sacerdote de la Iglesia, porque me parece a mí que tanto él como yo, pertenecemos a Nicaragua y aún más, se lo dije personalmente a monseñor Silvio, que él representa a mi obispo monseñor Rolando José Álvarez Lagos, quien ahora está detenido injustamente», con esas palabras el diácono y desterrado político Raúl Antonio Vega González, de la Diócesis de Matagalpa, agradece que se le haya permitido que sea el obispo auxiliar de Managua quien lo ordene sacerdote en Estados Unidos.
El anuncio sobre esta nueva ordenación la había adelantado monseñor Báez en la misa del 30 abril. «Voy a poder ordenar sacerdote a un diácono nicaragüense (…) de la Diócesis de monseñor Rolando Álvarez», señaló el obispo, quien agregó que el nuevo ministro religioso «hizo prácticamente su ministerio diaconal en El Chipote (Dirección de Auxilio Judicial, en Managua) y es de los (222 exreos políticos) que vino en el avión (el nueve de febrero de 2023), y ya la tocaba su ordenación, desde noviembre (de 2022)».
El futuro sacerdote dijo en declaraciones a Artículo 66 que la ordenación representa «un regalo de Dios». «Aún existiendo fuerzas y poderes humanos que quisieran obstaculizar el proyecto de Dios, no lo han logrado», resaltó, en relación al encarcelamiento arbitrario que sufrió desde el 19 de agosto de 2022 al nueve de febrero de 2023 por parte del régimen de Nicaragua, dirigido por Daniel Ortega y Rosario Murillo.
«Esta ordenación es algo muy esperado por mí y es a la vez un signo de esperanza para todos nosotros. Estoy más que seguro que el encarcelamiento injusto que viví forjó mi vida y vocación. Ni las dificultades de la vida y ni los barrotes de una cárcel han hecho que mi vocación fracasara, repito, se forjó», remarcó.
La ordenación del diácono Raúl Vega será a las seis de la tarde del viernes, 12 de mayo, en la Concatedral de Santo Tomás Moro, en Tallahassee, Florida, al sur de Estados Unidos.
Casi seis meses preso en «El Chipote»
Raúl Vega fue parte del grupo de religiosos de Matagalpa a quien la dictadura de Ortega encarceló y condenó por supuesta conspiración a la patria, luego del asalto, el 19 de agosto de 2022, a la Curia Episcopal que terminó con el secuestro de monseñor Rolando Álvarez.
El nueve de febrero, tanto Vega como los otros sacerdotes, seminaristas y laico fueron desterrados y declarados apátridas, junto a más de 200 exreos políticos, tras estar más de seis cautivos en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) en Managua, conocido como «El Nuevo Chipote».
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El obispo Álvarez sigue en prisión. Fue condenado a 26 años y cuatro de meses de prisión por supuesta conspiración a la patria. El nueve de febrero, cuando desterraron a 222 reos políticos y de conciencia lo trasladaron al Sistema Penitenciario Jorge Navarro como castigo por negarse a abordar el avión con destino a Washington. Permanece bajo aislamiento y desde esa fecha solo le han permitido una visita de sus familiares.
«Ordenarme en el exilio no me separa de mi patria,. Hoy más que nunca me siento unido a mi pueblo, la fe que he recibido se la debo en gran parte a mi tierra Nicaragua, así que no me aíslo de mi país ni de mi Diócesis, porque sigo perteneciendo al Clero de la Diócesis de Matagalpa y a la del cual sigue siendo obispo ordinario monseñor Rolando José Álvarez Lagos», concluyó el religioso, quien pidió oraciones por él y por toda la Iglesia.
Con información de Wilmer Benavides