El joven opositor y excarcelado político Lesther Alemán denunció ante los líderes del mundo, que participan en la II Cumbre por la Democracia, la «brutal» represión y la prolongada «radicalización autoritaria» del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra el pueblo nicaragüense, que a cinco años del estallido de abril, la crisis sociopolítica «clama con urgencia que se solucione».
«A cinco años de la crisis política en Nicaragua, prolongada por la ambición del poder de la familia Ortega y Murillo, los resultados claman con urgencia para que se solucione cuanto antes», dijo el líder estudiantil en su intervención.
Hay «355 familias de personas asesinadas» en 2018 esperando justicia, «37 presos políticos en condiciones inhumanas, un exilio forzoso para miles, y más de seis millones de nicaragüenses que viven una cárcel en cielos abiertos en lo que queda aún de país», expuso.
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«Hoy las familias están divididas por la persecución y el asedio de la dictadura, obligando a miles de nicaragüenses a huir del país. Las cárceles tienen puertas giratorias para todos aquellos que cuestionamos el poder y el cementerio para aquellos que anhelan libertad», agregó.
La prolongada crisis
En su intervención, el joven opositor recordó que en 2018 los jóvenes nicaragüenses se manifestaron en contra de la dictadura sandinista para exigir democracia, respeto, libertad y justicia. Las protestas fueron brutalmente reprimidas por el régimen, que dejó un total de más de 350 personas asesinadas, según un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
«La inexistente democracia en Nicaragua y cada vez la mayor radicalización autoritaria del régimen de Ortega ha arruinado a nuestras generaciones, nos ha tocado pagar los costos altos de esta crisis», resaltó.
Asimismo, señaló que «en el año 2021, la dictadura ejecutó una ola de encarcelamientos a una parte de la oposición, pero no logró que las voces de quienes quedaron dentro y fuera del país siguieran resonando en el mundo, logrando condenas de muchos países ante la brutalidad del régimen y provocando un mayor aislamiento en su contra».
Lesther Alemán, dirigente de la Alianza Universitaria Nicaraguense (AUN), también denunció que como parte de las arremetidas de la dictadura orteguista contra los opositores, el pasado nueve de febrero, el régimen despojó de su nacionalidad y desterró de Nicaragua a 222 presos políticos, incluido él.
«Este comportamiento de Daniel Ortega reafirma que en nuestro país se ha cometido y se siguen cometiendo crímenes de lesa humanidad, crímenes en donde solo los responsables son Daniel Ortega y Rosario Murillo. Hoy siguen en la impunidad», sostuvo el opositor, quien a su vez cuestionó a los líderes del mundo que participan de la Cumbre. «¿Creerán que eso es gobernar con base a derecho, respetando la Constitución Política, con base al respeto al derecho internacional, con base a los mínimos estándares de decencia y humanismo?, por supuesto que no».
«Toda Nicaragua es una escena del crimen, sí crímenes de lesa humanidad. Por tanto, el problema y la inestabilidad que provoca Daniel Ortega y su totalitarismo en nuestro país es también un mal que aqueja y debe preocupar a la región», advirtió.
El líder opositor también pidió a los Gobiernos de la región que participaron en la II Cumbre de la Democracia, garantizar el respeto a los derechos humanos en Nicaragua.
«Les pido que como Estados miembros en esta Cumbre que defiende y prioriza la democracia, la libertad, la justicia, los derechos humanos, sean ustedes también nuestro eco ante estas denuncias, agoten todas sus medidas para aislar al régimen de Ortega y se nos unan a la denuncia mundial, mostrarse indolentes tratándose de una crisis de violación a los derechos humanos también tiene responsabilidad», dijo Alemán.
«Es necesario que ustedes como líderes mundiales nos acompañen a los nicaragüenses a reestablecer el respeto y la garantía de nuestras libertades y derechos fundamentales, a encontrar justicia para las víctimas y a promover la participación de los jóvenes en el activismo político», subrayó.