La congresista norteamericana de origen cubano, María Elvira Salazar, asegura que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantiene una «guerra» contra la Iglesia católica nicaragüense. La política manifestó que ni la dictadura de Somoza se atrevió a «meterse» con la Iglesia.
«Pobres mis hermanos nicaragüenses, verdaderamente hay que orar por ellos. (Es) uno de los países más católicos que hay la América Latina. Fíjense lo que este dictador (Daniel Ortega), sátrapa ha hecho: le hizo la guerra a la Iglesia católica porque apoyó las protestas pidiendo democracia y libertad en 2018», dijo Salazar en un video publicado en su cuenta de Twitter.
La congresista republicana denunció que la dictadura de Ortega y Murillo ha encarcelado a los sacerdotes más importantes, suspendió las procesiones de Cuaresma, expulsó a las monjas de la Orden de Madre Teresa de Calcuta; de apropió de 19 universidades, cerró emisoras de radios y canales católicos y expulsó al nuncio apostólico, que es el representante del Papa Francisco en el país.
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«También rompió relaciones con El Vaticano y cerró Cáritas, una de las organizaciones caritativas más importantes y grandes que hay en el mundo. El dictador Somoza nunca, nunca, nunca se atrevió a meterse con la Iglesia católica que es una de las instituciones más legendarias que hay en el mundo y específicamente en Nicaragua», destacó.
«Recemos por mis hermanos nicaragüenses. Eso es lo que trae el socialismo, eso es lo que trae no tener liderazgo fuerte desde Washington porque todos estos sátrapas, tiranzuelos, saben que cuando Washington no está mirando, ellos pueden venir y saquear. Estoy con ustedes los nicaragüenses», añadió.
Daniel Ortega aseguró que los obispos nicaragüenses, en medio de la revuelta social, le dieron un «ultimátum» para que dejara el poder en 24 horas, y luego de ese encuentro, según dijo entonces: «dijimos que teníamos que recuperar la paz, porque en esos días no había paz en Nicaragua, lo que había era terror, y el país estaba paralizado». Los obispos mediaron un fallido diálogo nacional en 2018, Ortega los acusó de golpistas y una serie de peyorativos.