El Grupo de Expertos en Derechos Humanos creado por Naciones Unidas para investigar los crímenes cometidos en Nicaragua desde las protestas sociales de 2018 determinó que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha cometido violaciones sistemáticas a los derechos humanos que constituyen «crímenes de lesa humanidad».
Los expertos independientes lanzaron su informe este jueves, tras varios meses de investigación.
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Los abusos incluyen ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, tortura, — incluida la violencia sexual —, privación arbitraria de la nacionalidad y del derecho a permanecer en el propio país, y persecución por motivos políticos.
El informe identificó un patrón de ejecuciones extrajudiciales realizadas por agentes de la Policía Nacional y miembros de grupos armados progubernamentales que actuaron de manera conjunta y coordinada durante las protestas que tuvieron lugar entre el 18 de abril y el 23 de septiembre de 2018. El Gobierno obstruyó cualquier investigación sobre estas y otras muertes, señalaron los expertos.
Al cumplirse 97 años de fundación de La Prensa, el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más recordó que, pese a que el diario más antiguo de Nicaragua ha sufrido asalto, confiscación, exilio y destierro, «sigue informando al pueblo de Nicaragua que exige verdad y justicia».
Resaltó que la redacción del medio tuvo que salir al exilio tras la voraz persecución del régimen de Daniel Ortega contra varios de sus trabajadores, además del secuestro de varios de sus directivos.
La organización de derechos humanos exigió a su vez la devolución de todos los bienes del medio, así como el cese de la persecución contra el periodismo independiente «y la libertad de todas las personas presas políticas en Nicaragua».
Freydi Lucía Borge Rayo, de 20 años, se convirtió en otra víctima de femicidio en Nicaragua. La mujer fue presuntamente asesinada de un disparo por su pareja Yorvin Garmendia Barrientos, de 28 años, quien luego de ver inconsciente y gravemente herida a la joven trató de suicidarse.
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De acuerdo con medios locales, el hecho ocurrió la noche del 28 de febrero, en un bar, ubicado en el sector uno de Wiwilí, departamento de Jinotega, pero fue hasta la tarde del primero de marzo que la víctima se rindió a la muerte luego de pasar varias horas luchando por su vida.
Mientras el presunto femicida sigue grave en el hospital por la herida de bala que se propinó en su rostro.
En lo que va del año, al menos 10 mujeres nicaragüenses han sido asesinadas por razones de género.