La Asociación Centroamericana de Filosofía (ACAFI) demandó la liberación del obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos. El purpurado es un rehén de conciencia de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en Nicaragua.
La organización destaca que el religioso «se resistió a ser expulsado, fue condenado sumariamente a 26 años de prisión y fue recluido junto a otra treintena de presos de conciencia». Al jerarca católico también le fue retirada su nacionalidad nicaragüense.
«Exigimos al Gobierno de Nicaragua la rectificación de sus acciones, la liberación del obispo Rolando Álvarez y los demás presos de conciencia, así como la apertura a la transición democrática que tanto necesita el país centroamericano», señala.
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En la declaración pública, ACAFI expresa su «satisfacción» por la excarcelación de 222 personas presas políticas el pasado nueve de febrero, mismos que fueron desterrados y enviados a Estados Unidos, una nueva medida de represión de la dictadura nicaragüense. A estos también los despojaron de su nacionalidad.
«Dichas personas fueron acusadas infundadamente de “traición a la patria” por ser voces disidentes al régimen, incluidos líderes sociales, jóvenes activistas y precandidatos presidenciales. La mayoría de estas detenciones arbitrarias fueron parte de la política de represión adoptada tras la explosión social en 2018, desde entonces se ha arreciado una sistemática represión estatal contra la ciudadanía crítica y opositora», asegura.
Además, ACAFI condenó el despojo de la nacionalidad nicaragüense de 94 personas el 15 de febrero. Según la organización, lo actuado por el régimen carece de fundamento jurídico y está al margen de la ley. «Consideramos que estas medidas ratifican la esencia de un gobierno autoritario y despótico», advierte.
Los filósofos centroamericanos repudiaron todo intento de control totalitario en menoscabo de la ciudadanía crítica y de la oposición política. «Nos oponemos al afán de cercenar la libertad, el pensamiento crítico y la pluralidad política y filosófica por parte del régimen autocrático nicaragüense», afirma.
Manifiestan que las medidas «arbitrarias» tomadas por la dictadura de Nicaragua, como el abuso de la violencia y fuerza estatal que ha implementado, «contravienen las buenas prácticas democráticas y de convivencia pacífica en nuestro hermano pueblo nicaragüense».