Este jueves, 23 de febrero, se aprobó por «consenso» un ajuste al salario mínimo del 10 %. Según el economista Enrique Sáenz, dicha cifra viola la Ley del Salario Mínimo que establece la fórmula para fijar el ajuste base, que es la sumatoria de la inflación y el crecimiento económico del año anterior. También criticó que la brecha entre el salario mínimo y la canasta básica se «profundiza».
Los datos oficiales del Instituto Nacional de Información y Desarrollo (INIDE), de los últimos 12 meses, reflejan que el costo de la canasta básica aumentó en 2,493.14 córdobas. En enero de 2022 el valor era de 16,529.99 córdobas y en enero de 2023 se situó en 19,023.13 córdobas.
Con el nuevo salario mínimo, que entrará en vigencia a partir del primero de marzo, los nicaragüenses no podrán ni adquirir el 40 % de la canasta básica. La paga mínima promedio rondará los 7,700 córdobas, unos 212 dólares, dinero insuficiente para la compra la cesta familiar.
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Según Sáenz, el ajuste del salario mínimo es una forma de expresión del modelo capitalista salvaje que la dictadura Ortega Murillo ha implantado en el país, pero que pretende esconderlo bajo la «hipócrita etiqueta» de economía cristiana, socialista y solidaria.

«De acuerdo con la Ley del Salario Mínimo, una ley aprobada durante el gobierno de Ortega, el ajuste al salario mínimo debe responder por lo menos a la suma de la inflación más el crecimiento económico. Según los datos del INIDE, la inflación en el 2022 fue aproximadamente el 12 % y el crecimiento económico, de acuerdo a los datos del Banco Central, fue aproximadamente el 4 %», dijo Sáenz a Artículo 66.
El economista asegura que el ajuste a la paga mínima debería ser del 16 %, como mínimo, porque la misma ley establece que el salario debe acercarse a cubrir el costo total de la canasta básica, contrario a lo que ha pasado con los «incrementos» de cada año.
«El costo de los alimentos, la comida, en lo que gasta la mayor parte de sus ingresos las personas que devengan el salario mínimo, (aumentó) 22 %. Este ajuste viola la Ley del Salario Mínimo y profundiza la brecha porque este ajuste no da ni para cubrir la mitad del incremento del precio de la canasta básica», señala.
«Mientras los banqueros obtuvieron utilidades en años anteriores, mientras los que están en el negocio del combustible y la electricidad obtuvieron utilidades mucho mayores, los trabajadores, los más pobres, son castigados, incluso violentando la ley», añadió.
«Políticas empobrecedoras»
En Nicaragua, dice el economista, se aplica la política de que los ricos, sobre todo de la «camarilla gobernante», sean más ricos y los pobres más pobres. «Esto es lo que se encuentra en la raíz de los centenares de miles de nicaragüenses que en los últimos dos años tuvieron que salir hacia Estados Unidos, Costa Rica y otros países, por las políticas empobrecedoras», concluyó.
En 2022 las partes acordaron un aumento del salario mínimo del 7 %, que ubicó el sueldo básico de Nicaragua en 6.978,34 córdobas, que en febrero de ese año, fecha en que se aprobó, equivalía a 196,13 dólares y hoy representan 192,45 dólares.
Nicaragua espera que su Producto Interno Bruto (PIB) crezca entre 3 % y 4 % en 2023, el tercer año consecutivo al alza después de tres años de cerrar con saldo rojo, con una inflación entre un 5 % y 6 %, según el Banco Central de Nicaragua (BCN).