Kevin Emilio Castillo Prado, originario del barrio El Calvario de León, es uno de los 35 presos políticos de Nicaragua a quien la dictadura no incluyó en la lista de opositores que liberó y desterró el nueve de febrero.
El joven, de 29 años, fue secuestrado el cuatro de septiembre de 2021. Actualmente, está recluido en el Sistema Penitenciario de León. La justicia orteguista lo declaró culpable por el supuesto delito de tenencia de drogas.
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La Fiscalía exigió la pena de cuatro años de prisión, pero según fuentes familiares del secuestrado político, aún no se ha dictado sentencia, pese que lleva más de 17 meses encarcelado.
Presas y Presos Políticos Nicaragua recordó a través de su cuenta de Twitter que es la segunda ocasión que Castillo Prado es secuestrado por el régimen de Nicaragua, la primera vez fue en 2019, se le acusó supuestamente de robar una bicicleta, salió el 20 de mayo de 2020, bajo la polémica Ley de Amnistía.
«Esta es la segunda detención de Kevin Castillo por motivos políticos. Fue detenido en su domicilio por fuerzas combinadas de la policía y hubo uso excesivo de la fuerza en su detención ocasionándole varias lesiones, su juicio manifesto varias violaciones al debido proceso» remarcó el organismo.
Agregó que el leonés presenta varios padecimientos, entre los que destacan presión alta, problemas cardíacos, inflamación en los pies, problemas respiratorios.
«Kevin está muy triste y decepcionado»
La esposa de Castillo —que prefirió omitir su nombre— dijo a Artículo 66 que al momento de saber la noticia que habían sido liberados 222 presos políticos y que él había sido excluido por la dictadura de ortega «se sintió muy triste y decepcionado».
«Le dio depresión porque decía que había sido abandonado y que se iban a olvidar de él y de otros presos políticos que aún están en las cárceles», refirió la esposa del reo político.
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Por otra parte, denunció que las situaciones en las que se encuentra Kevin Castillo son degradantes; afirma que le entregan comida en descomposición y que no le permiten recibir sol.
«Por varios días mi esposo y varios presos pasaron sin agua potable, con una botella de tres litros bebían seis personas, pasaron sin bañarse; aunque no lo golpean, pero sí lo maltratan negándole sus derechos», denunció.
Un representante del Grupo Secuestrados políticos Unidos (GSPU) demandó la liberad de Kevin Castillo y la de los otros 34 presos políticos que aún están cautivos en diferentes cárceles de Nicaragua.
«Nunca hemos estado de acuerdo que el gobierno de Daniel Ortega libere una parte y quede un remanente de opositores presos, es maña de esta dictadura quedarse siempre con una parte de los secuestrados políticos y esto es doloroso para todas las familias, porque causa un daño emociona», refirió.
Aseveró que pese al constante asedio y represión por parte del orteguismo no callarán y seguirán haciendo campañas «hasta que entienda este dictador —Daniel Ortega— que los 35 que quedaron son presos políticos, víctimas de esta dictadura».