La jueza orteguista del Juzgado Segundo de Distrito Penal de Juicio de Managua, Nadia Camila Tardencilla, condenó a cinco años de prisión por el delito de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y cinco por propagación de noticias falsas, más 800 días multa a seis religiosos y un laico de la Diócesis de Matagalpa, todos del círculo cercano a monseñor Rolando Álvarez.
La lectura de sentencia fue en horas de la tarde de este lunes, seis de febrero, en los juzgados de Managua, donde estuvieron presentes los nuevos reos de conciencia de Ortega.
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Los judicializados por la dictadura de Ortega son los sacerdotes Ramiro Tijerino, José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios; el diácono Raúl Antonio Vega; los seminaristas Melkin Centeno y Darvin Leiva; y el camarógrafo Sergio Cárdenas.
Fuentes informaron a Artículo 66 que la sentencia será apelada. «Fue un proceso sin base y sin fundamento. Los testigos tanto civiles como la Policía no desvirtuaron el principio de inocencia, ya que fueron contradictorios», indicó.
El juicio que duró cuatro días contra el grupo que acompañó desde el cuatro al 19 de agosto de 2022 en la Curia Episcopal de Matagalpa a monseñor Rolando Álvarez es calificado de arbitrario por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
«Alertamos a la comunidad nacional e internacional de estos hechos criminales del régimen en su afán de destrucción y persecución contra la Iglesia católica y sacerdotes en Nicaragua, por su labor pastoral con el pueblo nicaragüense», denunció el organismo previo a que se conociera la sentencia en contra de los religiosos.
Los siete ciudadanos están cautivos en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Nuevo Chipote», en Managua, desde el 19 de agosto de 2022.
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Pese a la arremetida de la dictadura nicaragüense en su contra, una fuente señaló que los religiosos presentan «una fuerza y fe inquebrantable» durante todo el procesos judicial.
«Son únicos, el Espíritu Santo los tiene revestidos de una gran fortaleza envidiable, se miran fuertes y con ánimo», detalló el informante, que además lamentó que «una hubo la falta de justicia.
La dictadura de Nicaragua se ha ensañado contra la Iglesia católica a los que ha tildado de «diabólicos» y «traidores». Poco a poco, Ortega ha ido engrosando la lista de sacerdotes presos, que forman parte de la lista de más de 230 rehenes políticos cautivos en las diferentes cárceles del país, acusados y condenados por delitos comunes o por supuesta traición a la patria, pretexto de Ortega —según opositores— para seguir reprimiendo a los nicaragüenses que contradicen su política autoritaria.