La visita a Managua del canciller de Irán, Hosein Amir Abdolahian, es calificada por opositores al régimen de Daniel Ortega como un mensaje político para Estados Unidos más que un beneficio económico para Nicaragua.
Tras su llegada, el ministro del país asiático firmó un memorando de entendimiento sobre el mecanismo de cooperación y consultas políticas que incluye establecer reuniones de trabajo sobre temas que ambos países consideren de interés mutuo.
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Para el presidente del Movimiento Fuerza Democrática Nicaragüense (FDN), Luis Fley, Nicaragua no gana nada teniendo relación con Irán. «Yo no encuentro un beneficio para el país el hecho de hablar con un gobierno que promueve el terrorismo, que es aliado de Rusia (…) que no respeta los derechos humanos, especialmente con las mujeres».
«Tal vez a la dictadura —de Ortega— le beneficia tener un aliado para fortalecer sus lazos, pero al pueblo de Nicaragua no le beneficia en nada, más bien es una relación dañina. No compartimos ni creencias religiosas ni lazos comerciales», agregó el excontra y exprecandidato presidencial, ahora en el exilio.
«Mensaje para EE. UU.»
Fley apuntó que lo que busca el gobierno iraní es un aliado en la Organización de Naciones Unidas, mismo objetivo que Nicaragua «para defenderse mutuamente como malandrines».
Además, dijo que esta visita es un mensaje para el gobierno de Estados Unidos, que según el opositor, «parece ser que ha descuidado su patrio trasero y ahora sus enemigos Rusia e Irán están aprovechando esa falta de atención a Nicaragua por parte de la administración Biden, entonces lo que hacen esos países es buscar ese acercamiento con la dictadura de Ortega que adversa a los norteamericanos».
«También quieren afianzar sus lazos de amistad, principalmente para cualquier discusión en la ONU que se requiera del voto de Nicaragua, sin embargo esta relación entre ambos países es dañina para los nicaragüenses, donde —Ortega— puede recibir más sanciones, pero parece que a su dictadura no le importa», subrayó.
«Ortega se alinea con regímenes violadores de derechos humanos»
Por su parte, el integrante del consejo político de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco Héctor Mairena recordó que desde el año 2022, en el plano internacional, la dictadura de los Ortega-Murillo tuvo un comportamiento que tiene que ver primeramente en su aislamiento de la comunidad democrática internacional y el alineamiento con país como Rusia, China e Irán.
«En el caso de Rusia sabemos que hay un entusiasta apoyo de la dictadura de los Ortega-Murillo a la guerra que Putin ha declarado contra Ucrania, una guerra de agresión e imperialista; en el caso de China, apostó por asociarse para esperar una ayuda dadivosa, cosa que no ha ocurrido, y con el régimen de Irán también ha afianzado esa relación», explicó Mairena.
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Asimismo, recordó que el régimen de Ebrahim Raisi y que ahora ha estrechado lazos de comunicación con el dictador Ortega «es conocido que el régimen de Irán mantiene a lo interno de su país una política violatoria a los derechos humanos y reprimido violentamente una rebelión ciudadana que ha estado protagonizada sobre todo por las mujeres».
«Esto es un estrechamiento de relaciones entre regímenes dictatoriales que no beneficia al país más bien lo alinea con gobiernos violadores de derechos humanos», afirmó.
En cuanto a los reiterados ataques de Ortega contra Estados Unidos y a Unión Europea, el politólogo indicó que «de manera irresponsable, Ortega alinea a Nicaragua con países que están confrontando a la comunidad democrática internacional y que han apostado por seguir violando los derechos humanos, es condenable este comportamiento y actitud del régimen de Nicaragua», aseveró.
En diciembre pasado, Irán y Nicaragua firmaron un programa integral de cooperación en diversos campos como el energético, agropecuario y comercio. Según ambos regímenes este nuevo memorando complementará al acuerdo previo, sin embargo hasta la fecha no se conoce de ningún proyecto de capital iraní que impacte sobre estos sectores y ya son al menos cuatro memorandos de entendimiento que han suscrito estas dos naciones desde el año pasado, incluyendo uno que estaba relacionado con la industria del petróleo.
Los lazos entre ambos países quedaron evidenciados desde enero de 2022, durante la investidura de Ortega cuando el mandatario iraní, Ebrahim Raisi envió a Managua a su delegado Mohsén Rezaí, quien es un presunto terrorista, según la justicia argentina.
