La hija del periodista deportivo y preso político Miguel Mendoza, Alejandra Mendoza Pozo, volvió a ver a su padre y compartir con él durante cuatro horas el lunes, 30 de enero. Sus familiares afirman que Mendoza se encuentra con «fortaleza, siempre tiene buen ánimo y una sonrisa para la familia».
«Verlo más seguido ha mejorado su salud emocional (de la niña). Siempre le expresa lo mucho que lo ama y extraña. Por otra parte, para Miguel fue muy emotivo volver a escuchar y ver a su mamá, a través de una videollamada, después de 19 meses sin tener comunicación con ella. Es una abuelita de 91 años, quien aún desconoce la situación de su hijo», refiere la familia del cronista.
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Añade que en cuanto a su situación anímica «nos conforta su fortaleza. Reitera su agradecimiento a cada uno de ustedes por sus oraciones, solidaridad y muestras de afecto hacia él y Alejandra».
Por su parte, la hija del preso político escribió una carta expresando que se sentía «feliz porque Dios ha escuchado mis oraciones y me ha permitido verte más seguido. Quiero que sepas que mi corazón salta de emoción cuando estoy cerca de ti y tus abrazos me hacen sentir confiada. También me alegró mucho que hayas conversado con mi abuelita después de tanto tiempo».
«¡Te amo papi! Seguiré orando a Dios para que pronto estés conmigo», finaliza la carta de la menor. Miguel y su hija pasaron 533 días sin verse desde que el régimen encarceló al cronista el 21 de junio de 2021. La dictadura les prohibió cualquier tipo de comunicación, incluidas cartas, dibujos y fotos, lo que afectó la salud emocional de la menor.
Tras continuos videos hechos por la niña y publicados en las redes sociales, así como la demanda de los familiares de Miguel y del propio preso político que se sometió a una huelga de hambre, el régimen finalmente permitió dos encuentros entre ambos, efectuados el 8 y 25 de diciembre.
«Tocará seguir demandando el respeto de nuestros derechos como familia, el de nuestro querido Miguel, encarcelado injustamente por la simple razón de expresar sus ideas, y el de nuestra querida Alejandra, quien sin importar cuánto le priven de ver a su padre, seguirá orando por él y por el duro corazón de quienes nos hacen tanto daño», afirman sus familiares.