El juicio contra los religiosos de la Diócesis de Matagalpa va rumbo a ser el segundo proceso con ribetes políticos más largo de la justicia del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Este jueves, 26 de enero, se cumplen cuatro días desde que inició y aún no hay miras que culmine. Van a desfilar un total de 12 testigos, que serán usados para tratar de inculpar a los sacerdotes, seminaristas y laicos que hoy cumplen más de 170 días presos.
Los acusados son los sacerdotes Ramiro Tijerino, José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios; el diácono Raúl Antonio Vega; los seminaristas Melkin Centeno y Darvin Leiva; y el camarógrafo Sergio Cárdenas, todos cercanos al obispo Rolando Álvarez, a quienes el régimen les imputa los supuestos delitos de conspiración y propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado.
«Ahorita es el cuarto día, y al paso que va van a igualar el juicio más largo, que es el juicio de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro que duró siete días. Es maratónico. Están buscando cómo llevar pruebas que no son pruebas», dijo a Artículo 66 la doctora Vilma Núñez, presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
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«La situación es mantener en el imaginario colectivo la idea que es un crimen terrible que ha adolecido una investigación tan larga como los crímenes más atroces del mundo y que el responsable que está detrás es monseñor Rolando Álvarez. Como este juicio está vinculado a la compañía de monseñor, esa es la situación. No están torturándolos solamente a ellos, éticamente están agrediendo a monseñor Álvarez», agregó.
A la consulta sobre si debería terminar hoy el juicio, la defensora de derechos humanos afirmó que tendría que culminar y se preguntó qué más quieren. «Son bien ineptos o resulta que tardan tanto a los testigos porque supuestamente no les arrancan lo que quieren decir que ellos digan», reveló Núñez.
«Me parece que el juez y los fiscales tienen su propio esquema de lo que quieren que los testigos digan y parece que los testigos, entonces, están tardando mucho en aprenderse lo que les enseñaron que dijeran», indicó.
Los abogados de los sacerdotes y laicos, por su parte, no cuentan con ningún testigo, por tanto, lo único que podían hacer era contrarrestar las supuestas pruebas de la Fiscalía.
Los acusados fueron apresados en la Curia Episcopal de la Diócesis de Matagalpa el 19 de agosto de 2022. Estos religiosos acompañaban a monseñor Rolando Álvarez, obispo de dicha Diócesis, que también enfrentará un juicio por delitos de «traición a la patria».
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo Ortega mantiene tras las rejas a 14 religiosos, acusándolos de delitos comunes o por supuestamente violar la Ley 1042, Ley Especial de Ciberdelitos y la Ley 1050, Ley de Soberanía, engrosando así la lista a más de 230 rehenes de conciencia.