La persecución del régimen dictatorial de Daniel Ortega y Rosario Murillo empujó a Nicaragua a ubicarse en el cuarto puesto de la lista de los países más peligrosos para los cristianos en América Latina, solo superado por México, Colombia y Cuba. A nivel global, la nación centroamericana se coló en el lugar 50 de la Lista Mundial de la Persecución 2023, que elabora la organización Puertas Abiertas.
La ONG explica que el régimen de Managua considera «agentes desestabilizadores» a las iglesias que denuncian las «injusticias y las violaciones de los derechos humanos cometidas por el gobierno». Dicha situación ha convertido a la Iglesia católica nicaragüense en «blanco de hostilidad, que puede incluir intimidación, acoso, vigilancia, detenciones e incluso ataques».
«El gobierno es especialmente hostil con las iglesias que proporcionaron refugio y atención a las personas durante las protestas generalizadas que estallaron contra el régimen dictatorial del país en 2018. A día de hoy, estas iglesias siguen sufriendo represalias por parte del gobierno, como calumnias y vigilancia», resalta Puertas Abiertas en el capítulo sobre Nicaragua.
La organización destaca que los ataques a la Iglesia han venido incrementado desde la crisis de abril de 2018. En ese año, los obispos mediaron un fallido diálogo nacional, mismo que fue convocado a solicitud de la dictadura.
«… el presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, han tratado enérgicamente de silenciar las voces disidentes, especialmente la iglesia dada su influencia en el país. Se han cerrado escuelas y canales de televisión cristianos, así como organizaciones benéficas confesionales, y se ha detenido y procesado arbitrariamente a creyentes», denuncia.
Noticia relacionada: Fiscalía buscó siete «testigos» para el juicio político contra el padre Enrique Martínez
Según la ONG, todo este actuar del régimen es con el objetivo de «acallar la voz cristiana y hacer que pierdan credibilidad entre la población», premisa que no ha logrado la dictadura en todos estos años porque los jerarcas católicos gozan de amplia simpatía entre la población.
Sacerdotes y obispo presos
En Nicaragua, el régimen de Ortega mantiene en prisión a más 12 religiosos, laicos, sacerdotes, seminaristas y periodistas de la Iglesia católica por supuestamente cometer delitos comunes o de traición a la patria como conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas, ambos delitos fueron inventados en dos leyes represivas que usa la dictadura para perseguir a opositores y religiosos.
La abogada, defensora de derechos humanos y autora del informe «Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?», Martha Patricia Molina, ha documentado los ataques que ha sido víctima la Iglesia católica desde abril de 2018, que al cierre de 2022, ya suman 410 violaciones a la libertad religiosa en el país, cometidas por el régimen de Ortega y Murillo.