Marvin Montano divisó en la calle un contenedor. Lo que no imaginó es que por dentro era una barbería. Si, una barbería móvil, con todas las condiciones para hacerse un buen corte, una instalación con un acabado muy moderno, algo vistoso para él. No lo pensó dos veces, decidió entrar y hacerse el corte que necesitaba.
Los chinandeganos despuntan el año 2023 en sus tareas cotidianas, los más pequeños al colegio y los mayores a sus lugares de trabajo a enfrentar arduas faenas de ocho horas, pero esta novedosa idea de una barbería móvil, como una forma de ganarse la vida, está robándose las miradas de todos en este departamento. Es como ellos dicen, no es cosa que se vea todos los días.
La barbería móvil se abastece de energía eléctrica con un panel solar, tiene un sistema de tuberías para preservar el agua, además de contenedores para desechos, para animar al peatón a depositar la basura en un sitio ideal y que no contamine las aceras y tragantes. Parece que el dueño pensó en todo.
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Óscar Miranda, de 37 años, es la persona que está detrás de este negocio y no en balde los ha vivido, de acuerdo a su experiencia como inmigrante por 13 años, cinco de ellos, como peluquero profesional.
Miranda tiene su propio estilo de trabajo. Con las tijeras, navajas, cuchillas de afeitar, peine y el cepillo “vuelve a cualquiera más guapo”. Con su perfil zurdo toma la brocha, quita pelos y aplica acondicionador. El corte clásico cuesta 80 córdobas e incrementa si hay corte de barba y otro estilo que pida el cliente.
Planea llegar a los diferentes barrios
Su primera vez, la semana pasada, se ubicó al costado norte del Templo Nuestra Señora de Guadalupe y con su negocio móvil tiene el plan de moverse a los barrios restantes y a los 90 repartos y colonias que rodean la ciudad de Chinandega.
“La gente me felicita cuando ven el tráiler”, refiere muy contento el barbero, a quien le surgió la idea de montar este negocio en el año 2019 en momentos de la pandemia del Covid 19. Implementó un contenedor con la silla de barbería, espejos, cortinas y un equipo de audio para alegrar un poco el ambiente. Tras llegar al país, diseñó la estructura que ya había advertido en el extranjero y se puso manos a la obra.
La barbería móvil abre a las 9:00 de la mañana y cierra operaciones a las 7:00 de la noche. Su padre es un gran apoyo y su hermano se dedica a su mismo oficio. Por ahora, dice que necesita un trabajador debido a la demanda.
La sugerencia que envía a los jóvenes es no detenerse si tienen en mente un proyecto. “Dios nos ayuda a salir adelante”, aconseja Óscar Miranda, el hombre detrás de la barbería móvil de Chinandega.
Por: Voces Unidas