La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo prohibió nuevamente la comunicación entre el periodista y preso político Miguel Mendoza y su hija Alejandra, de ocho años, quienes apenas se han visto en dos ocasiones en más de un año de aislamiento forzado.
Las visitas familiares fueron autorizadas entre el 31 de diciembre de 2022 y el primero de enero del presente año para las personas presas políticas recluidas en el complejo de la Dirección de Auxilio Judicial, conocido como «El Nuevo Chipote», en Managua, calificado como un centro de torturas contra dirigentes gremiales; sin embargo, Miguel y Alejandra no pudieron reunirse.
La familia Mendoza informó en un comunicado que una funcionaria notificó vía telefónica que la visita familiar de fin de año programada a los reos políticos de «El Nuevo Chipote» había sido cancelada para Miguel Mendoza «siguiendo una orden, debido a las publicaciones en redes sociales».
«Lamentablemente el corazón de nuestra familia está golpeado, particularmente el de nuestra querida Alejandra, a quien nuevamente se le ha privado de ver y abrazar a su padre en esta fecha tan simbólica de principio de año, que como familia acostumbramos a recibir en unidad familiar», manifestaron los parientes del periodista deportivo.
Explicaron que las publicaciones realizadas por la familia a través de las redes sociales están apegadas a la Ley. Por su parte, la notificación del Gobierno «fue muy escueta y no especificó qué parte de la alegría de la familia y la de Alejandra al abrazar a su padre, no les gustó».
Noticia relacionada: «Mi corazón está feliz» dice la hija de Miguel Mendoza, tras segunda visita
«Haciendo uso de nuestros derechos contenidos en el artículo 30 de la Constitución Política, como familiares compartimos con ustedes el relato del encuentro entre Miguel y Alejandra, quienes pasaron 18 meses deseando verse y resistiendo los efectos de una lejanía forzada, una separación que deja secuelas en el estado emocional, particularmente de la niña», declararon.
Miguel y su hija pasaron 533 días sin verse desde que el régimen encarceló al cronista el 21 de junio de 2021. La dictadura les prohibió cualquier tipo de comunicación, incluidas cartas, dibujos y fotos, lo que afectó la salud emocional de la menor.
Tras continuos videos hechos por la niña y publicados en las redes sociales, así como la demanda de los familiares de Miguel y del propio preso político que se sometió a una huelga de hambre, el régimen finalmente permitió dos encuentros entre ambos, efectuados el 8 y 25 de diciembre.
Noticia relacionada: 2022 cierra con más de 235 presos políticos en Nicaragua
«Tocará seguir demandando el respeto de nuestros derechos como familia, el de nuestro querido Miguel, encarcelado injustamente por la simple razón de expresar sus ideas, y el de nuestra querida Alejandra, quien sin importar cuánto le priven de ver a su padre, seguirá orando por él y por el duro corazón de quienes nos hacen tanto daño», agregó la familia.