El ministro nicaragüense de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, ubicó el 2022 como «un buen año» para la economía de Nicaragua debido al aumento en cuanto al ingreso de remesas durante el año. Economistas afirman que esta situación, por el contrario, es «preocupante», pues no refleja el crecimiento económico y solo muestra la difícil situación que obliga a los ciudadanos a migrar.
«La remesa no es un logro económico, ningún economista serio, ningún economista internacional va a plantear como vía de crecimiento y desarrollo que las personas tengan que irse de su país abandonando a sus amistades o sus familias, su trabajo, sus contactos labores o su negocio para irse a otro lugar en el que no se sabe cómo le va a ir, pero que probablemente va a incrementar sus expectativas de ingreso», refirió el economista Marco Aurelio Peña en entrevista con Artículo 66.
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Explica que América Latina recibe más de 60 mil millones de dólares en remeses, «Nicaragua ahora no es la excepción que cada vez más depende de las remesas monetarias así como El Salvador, por la cantidad de personas que se van de su país. Lo que van buscando las personas cuando salen es una mejor calidad de vida que no encuentra en su país de origen. El aumento de remesas también refleja la activación económica en otros países, pues significa que estos ciudadanos están empleándose y destinando dinero a sus familiares dentro del país».
Nicaragua cerrará el 2022 con un ingreso de remesas familiares cerca de los 3.200 millones de dólares, un nuevo récord, según lo indicó Acosta. La economía nicaragüense recibió un nuevo récord de 2.578,3 millones de dólares en concepto de remesas familiares entre enero y octubre de este año, un 47,6 % más que en el mismo periodo de 2021, de acuerdo con las cifras del Banco Central de Nicaragua. Esta cifra representa un 18,4 % del Producto Interno Bruto (PIB) de la nación.
Peña añadió que «el tema de la remesa monetaria y que la gente se vaya para enviar remesas solo revela la incapacidad de muchos de los gobiernos y de las respectivas economías de no poder ofrecerle algo mejor a su gente para que se quede antes que se vaya».
Por su parte, el empresario Roberto D´Andrea afirma que «este año las remesas se han incrementado el doble, es vergonzoso pensar que las remesas son la mitad de las exportaciones y ya se están haciendo el rubro más importante en el país. Lo de las remesas es vergonzoso porque nos está diciendo que Nicaragua no es un país para vivir y para trabajar, nos está diciendo que la gente se está yendo fuera del país».
El Gobierno de Nicaragua proyecta un crecimiento de un 4 % del PIB en 2022, el segundo año consecutivo al alza después de tres años de cerrar con saldo rojo, e inferior al 10,3 % de 2021. La economía nicaragüense se había contraído en un promedio de -3,03 % anual en el período 2018-2020.
Con información de EFE