En una entrevista concedida al periódico español ABC, el papa Francisco reiteró en su postura de diálogo respecto a regímenes como el nicaragüense o el venezolano.
«La Santa Sede siempre trata de salvar a los pueblos. Su arma es el diálogo y la diplomacia», dijo el sumo pontífice ante la pregunta de porqué no se pronuncia de forma más contundente ante la situación que atraviesa Nicaragua y Venezuela.
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Francisco, quien este fin de semana cumplió 87 años, manifestó que el Vaticano “no se va solo” de ningún país, sino que “le expulsan”; en lo que parecería ser una alusión velada sobre las tensiones entre el Palacio Apostólico y la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
«La Santa Sede nunca se va sola. Ella es expulsada. Trata siempre de salvar las relaciones diplomáticas y salva lo que se pueda salvar con paciencia y diálogo», subrayó el líder máximo de los católicos.
Judicialización a monseñor Álvarez
Las palabras de Francisco sobre el diálogo llegan cuando esta semana se ha confirmado que el régimen orteguista ha decidido judicializar al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, bajo los cargos de «traición a la patria» y «difusión de noticias falsas».
Las imágenes mostraban al obispo Álvarez en la sala de audiencia de los Juzgados de Managua solo, visiblemente desmejorado y sin sus insignias episcopales.
«Es un crimen lo que hace la dictadura de Nicaragua contra mi hermano obispo, Mons. Rolando J. Álvarez. Ultrajándolo se condenan a sí mismos. ¡Rolando, no estás solo! Estamos contigo, rezamos por ti y exigimos tu libertad. Contigo está Dios, quien no abandona a sus profetas», escribió el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, en su cuenta de Twitter.
Cuestionado sobre la situación de Nicaragua en una rueda de prensa tras su visita a Kazajistán el pasado septiembre, el papa manifestó que no había podido mantener comunicación con el obispo Rolando Álvarez.