Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, exhortó durante su homilía de este domingo, 18 de diciembre, a soñar con una sociedad donde haya justicia, esperanza y viviendo en libertad.
Basado en el Evangelio según San Mateo 1:18, acerca de la historia de José y María y el nacimiento de Jesucristo por obra del Espíritu Santo, el religioso enfatizó en que la experiencia de José «nos enseña que tenemos que aprender a afrontar las situaciones inesperadas y dolorosas de la vida sin quedar atrapados en la desilusión, sin caer en el victimismo y sin hundirnos en la tristeza».
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«Hay que tomar distancia de los acontecimientos, considerar todos los aspectos, no actuar apresuradamente, saber esperar. Hay que reflexionar, escuchar y orar, sabiendo que el Señor está siempre a nuestro lado», reflexionó el prelado desde la iglesia Santa Agatha en Miami, Estados Unidos.
Tomando como ejemplo la experiencia de San José, Báez dijo que a nivel social —y en referencia a la crisis que política vive Nicaragua—, que «frente a estructuras y situaciones injustas, delante de las cuales nos sentimos impotentes e indignados, no debemos caer en la desesperanza, pensando que todo es inútil y no hay nada qué hacer».
Además, exhortó a los ciudadanos a no dejarse «arrastrar por la prisa y la rabia», afirmando que «las decisiones apresuradas son casi siempre equivocadas».
«Delante del mal que se nos impone y nos quiere someter, no permitamos que se impongan los sentimientos negativos. No nos cansemos de creer en la fuerza de la verdad y de la justicia. Hay que ser lúcidos y serenos y confiar siempre en Dios que nunca nos abandona», aconsejó monseñor Báez.
«Dios no actúa solamente a través de los momentos luminosos»
En referencia a los tiempos difíciles a nivel social, el obispo indicó que «Dios no actúa solamente a través de los momentos luminosos y las experiencias agradables de la vida, sino que puede hacerse presente también a través de nuestros sufrimientos, de nuestros miedos, de nuestras tristeza y de nuestras debilidades».
«Hay que aprender a descubrir la presencia de Dios, allí donde parece estar ausente (…) En medio de la oscuridad, Dios siempre nos abre horizontes nuevos y nos invita a caminar por caminos más hermosos que los nuestros», recalcó el prelado, quien dese el exilio ha denunciado la represión a manos del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
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El sacerdote invitó a «acoger los sueños de Dios». «Soñemos con ser mejores personas, soñemos con el bien que podemos hacer y también con lo bueno que los demás tienen, imaginémonos sirviendo y ayudando, viviendo libres, contagiando alegría y llenos de esperanza».
El religioso siguió exhortando a soñar «con una sociedad en donde se respete la dignidad y los derechos de todas las personas, en donde la pluralidad sea riqueza y en donde disentir del poder no sea un delito».
«Soñemos con una Iglesia tan misericordiosa que se incline ante quien sufre y tan profética que nunca tenga miedo de proclamar la verdad de Dios. Se necesita valentía y gran confianza en el Señor para creer en sus sueños, acogerlos y realizarlos en la vida», concluyó con aplomo monseñor Báez.