El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, pidió orar para que se suavice «el corazón de los tiranos» y se logre la libertad de monseñor Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa, y los más de 200 presos políticos de Nicaragua y resto del mundo esta Navidad.
Con base en el evangelio de este once de diciembre que relata el encarcelamiento del profeta de Juan Bautista, el jerarca católico pidió por la libertad de los presos políticos del mundo, al tiempo que instó a mantener la fe en Dios.
«Los poderes de este mundo no soportan a las personas valientes que encarnan la verdad y contagian libertad. La prisión de Juan Bautista no es un hecho del pasado. Hoy también sigue habiendo en muchos de nuestros países personas privadas de su libertad, sometidas a torturas psicológicas y físicas, a quienes no se les respeta su dignidad humana y se les condena injustamente a la soledad y al sufrimiento», denunció Báez desde la iglesia Saint Agatha, en Miami, Estados Unidos.
El líder religioso, que se vio forzado a salir de Nicaragua para resguardar su seguridad y vida, recordó que hay líderes políticos y defensores de derechos humanos encarcelados, «cuyo delito ha sido soñar y luchar por un país mejor», en alusión al régimen de Daniel Ortega que tiene alrededor de 235 personas privadas de libertad por motivos políticos o por sus creencias, incluidos, unos once religiosos.
«Hay también sacerdotes, laicos y obispos, encarcelados por ser testigos y profetas del evangelio. Pienso en modo especial cariño en los obispos católicos Joseph Zen, de 90 años, detenido por las autoridades de Hong Kong, e indudablemnte en mi amado hermano monseñor Rolando José Álvarez, obispo de Matagalpa, privado de su libertad por la dictadura en Nicaragua desde hace más de cuatro meses», declaró monseñor Báez en la homilía.
Pidió que «en el camino hacia la Navidad no seamos indiferentes» ante esta situación y que Dios proteja y de salud a los encarcelados.
Para el obispo Báez es inútil pedir a las autoridades que liberen a los presos políticos, por lo que instó a pedir «al Señor que ablande el corazón de los tiranos para que los liberen inmediatamente y sin condiciones».
Noticia relacionada: «Navidad en justicia y libertad», la campaña del Cenidh en favor de los presos políticos
«Sus familiares tienen derecho de tenerlos junto a ellos, sus hijos los necesitan, la sociedad estará herida mientras estén detenidos. El pueblo de Dios sufre la ausencia de sus pastores encarcelados y necesita su presencia cálida y su voz profética. No podremos tener una alegre Navidad mientras ellos estén sufriendo esta injusticia», agregó.
Asimismo, invitó al pueblo nicaragüense a tener fe en los designios de Dios, a pesar de las dudas que florecen al no obtener resultados inmediatos en esa espera por la libertad. «Así es el camino de la fe (…) En Dios podemos confiar, aunque no lo comprendamos», indicó.
Noticia relacionada: “Sacerdotes católicos en Nicaragua tienen miedo”, afirma Carlos Fernando Chamorro
Por lo que, llamó a celebrar la Navidad «con asombrosa gratitud la presencia misteriosa, humilde y misericordiosa de Dios, que no ha querido cambiar el mundo con una varita mágica».
«(Dios) ha querido más bien entrelazar su respiración con la nuestra para que respiremos el aire fresco de su ternura, para que nos sintamos amados y seamos capaces de amar, para que seamos fuertes para esperar contra toda esperanza y colaboremos con él para hacer la vida más humana y más digna», concluyó.