El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo niega a los presos políticos el acceso a una Biblia o cualquier material de lectura, pero esta medida la aplica a los opositores que están detenidos en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocidas como «El Chipote».
Familiares de los rehenes de conciencia señalan que de debe respetar el derecho a la libertad de culto. La dictadura ha llegado al punto de retirar todas las etiquetas de los productos de higiene personal, las que tienen información de los componentes químicos para que no puedan leer nada.
«En Nicaragua más de 200 personas están presas por razones políticas, en 18 meses no les han permitido recibir material de lectura, ni siquiera una Biblia. Su derecho a la libertad de culto debe ser respetado», reclamó en su cuenta de Twitter la familia de Juan Sebastián Chamorro, preso político y exaspirante presidencial.
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Los familiares de los presos políticos han demandado que se les permita acceder a una Biblia, pero el régimen se ha negado a esta petición que, según organizaciones defensoras de derechos humanos, constituye un acto de tortura en contra de los reos de conciencia.
«Insistimos en que tengan acceso a una Biblia o a cualquier libro sagrado para nuestros familiares de acuerdo a la religión que ellos profesen y a cualquier libro de lectura», exigió recientemente Berta Valle, esposa del preso político Félix Maradiaga, exaspirante presidencial.
El artículo 29 de la Constitución Política de Nicaragua establece que «toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia, de pensamiento y de profesar o no una religión. Nadie puede ser objeto de medidas coercitivas que puedan menoscabar estos derechos ni a ser obligado a declarar su credo, ideología o creencia».